ooo. chapter one

790 121 96
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

LOS PIES DE MADELYNNE se movían al son de la rápida música que inundaba el estudio de ballet

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

LOS PIES DE MADELYNNE se movían al son de la rápida música que inundaba el estudio de ballet. Su cabello estaba recogido en un moño alto, del cual no se escapaba ningún pelo. Vestía unas medias color carne y, sobre estas, un maillot de tirantes negro. Sus puntas de ballet recorrían la sala, bajando y subiendo mientras giraba, observándose así Madelynne en los espejos a si misma. Tras girar repetidas veces en punta a lo largo del estudio, terminó su presentación elevando los brazos y apoyando todo su peso sobre las puntas de sus pies.

La profesora aplaudió lentamente a Madelynne, y ésta bajó a una posición normal, aterrizando completamente en el suelo.

- Perfecto, señorita Clemence- felicitó la mujer- hoy se ve especialmente emocionada y radiante. Espero que sea así el día de la presentación y no me equivoque al haberla elegido-

Madelynne asintió, tratando de ocultar su sonrisa ante las palabras de la maestra. La castaña ponía todo su sentimiento en cada una de las coreografías que bailaba, cautivado a los que la veían. Y es que ella no bailaba con la cabeza, sino con el corazón. Haciendo aquello se desestresaba y todos sus temores desaparecían, pues ella podía ser una mierda normalmente, pero era la mejor en un estudio de ballet. La emoción le podía, tras ese último ensayo, tomaría un tren de vuelta a Hogwarts, donde el nuevo año comenzaba. Quinto año, quien diría que en dos estaría graduada. Para Madelynn, Hogwarts era la época más feliz del año.

- Señoritas, hasta aquí llegaremos hoy- suspiró la maestra, aplaudiendo sus manos. Todas asintieron y, entre cuchicheos, caminaron al vestuario- Clemence, quédese un minuto-

La chica asintió, y ambas mujeres esperaron a que la sala se vaciase. Madelynne cruzó sus brazos tras la espalda y la miró, esperando una respuesta. El alto moño de la mujer hacia parecer que su pelo se caería en cualquier momento por lo tenso que este estaba sujeto. Su cara era inexpresiva, pero una leve sonrisa de orgullo la adornaba.

- Espero que practique hasta Navidades, la presentación debe ser perfecta. Suerte en tu internado, cielo- respondió la mujer, recordándole a la chica su deber de no olvidar la práctica.

Y es que la maestra sabía de la existencia de la escuela de Madelynne. No tenía conocimiento de su magia, pues pensaba que era un internado de ballet en la otra punta de la ciudad. Pero es qué, ¿quién se iba a tragar que ella era una bruja y no podía ensayar porque tenía que practicar hechizos? Nadie, la tomarían por loca y la ingresarían en un psiquiátrico. Además, sus padres no la dejaban mencionar aquel tema.

FAULTY BITCH ⊰ remus lupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora