Capítulo VIII

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Narra Isaza

Me desperté poco a poco y sentí un peso en mi pecho, era Martín, estábamos desnudos, aproveche que aún estaba dormido para pasar mis dedos por su espalda hasta llegar a su cabello, le hice mimos hasta que se despertó y empezó a tocar los bellos de mi pecho

I: Buenos días - dije mirándolo

M: Buenos días - dijo aún con su mano en mi pecho

I: ¿como dormiste?

M: mejor que nunca - se sonrojo

I: ¿Que quieres de desayunar? - dije acomodandome en la cama

M: ¿me vas a cocinar? - dijo sorprendido

I: Sip, no sabias que cocino? - dije burlón

M: No, no sabía pero si lo haces iahual de bien a lo demás - se sonrojo por segunda vez en la mañana - eso sonó mejor en mi cabeza - se cubrió la cara con la almohada, le quité la almohada y le robe un beso, me levante, me puse mi ropa interior y una pantaloneta, para salir de la habitación hacia la cocina, prepare cereales, y unos huevos, luego de un rato Martín despeinado y sin camisa

M: me puedes devolver mi moña- dijo señalando mi muñeca

I: no - dije poniendo el desayuno en la barra

M: Damela, juan- dijo y se me acerco e intento quitarmela, levante mi mano aprovechando mi altura

I: No - rei, Martin empezó a dar pequeños saltos para alcanzar mi mano,en uno de esos saltos lo tome con mi mano libre y lo levante del suelo hacia mi,para besarlo, me correspondió, nos movimos y lo puse encima de la barra, con cuidado para no botar el desayuno, nos separamos por falta de aire, me tomó la mano y me quito la moña- eso no se vale -dije y se bajo de la barra mostrándome la lengua como un niño chiquito y se amarró el cabello en un chongo, luego de eso desayunamos rápidamente

M: vamos a caminar - dijo parandose de la silla

I: esta bien, solo deja me baño y vamos - Martín asintió con la cabeza, fui y tome una ducha corta y me vesti rápidamente, me puse una camiseta negra y un pantalón café claro, junto a mis vans

Luego Martín entró a la ducha y salió vestido con una camiseta blanca mía, esta le quedaba gigante junto pantaloneta rosada y unos tenis blancos, además tenía el cabello mojado pero aún así se lo recogió, no sabía porque me gustaba tanto su cabello

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Luego Martín entró a la ducha y salió vestido con una camiseta blanca mía, esta le quedaba gigante junto pantaloneta rosada y unos tenis blancos, además tenía el cabello mojado pero aún así se lo recogió, no sabía porque me gustaba tanto su cabello

Luego Martín entró a la ducha y salió vestido con una camiseta blanca mía, esta le quedaba gigante junto pantaloneta rosada y unos tenis blancos, además tenía el cabello mojado pero aún así se lo recogió, no sabía porque me gustaba tanto su cabello

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Después de 1984Donde viven las historias. Descúbrelo ahora