Serpientes Y Escaleras| Larry Stylinson

IV

Sexualidad: saben, yo me considero completamente heterosexual, sabían que Niall es gay, fingí no sorprenderme pero lo hice, me sorprendí bastante, también me sorprendí cuando aquel chico del cual todas las chicas babeaban le atraían los hombres, no sé si debería presentar a Niall con Styles, no sé que podría pasar, imagínense que Styles le rompa el corazón y mi mejor amigo me eche la culpa a mi, porque si la tendré, oh y otra cosa, Niall es mi mejor amigo aunque él aún no lo sepa, yo supe que era mi mejor amigo el día en que me dio su lonche y se quedó sin comer, insistí tanto en que comiera pero quiso que yo comiera todo. En fin sigamos con ese tema de Niall y el chico del chicle. Esque también imaginen si los hago pareja, se enamoran, se hacen novios, se casan y tienen hijos, solo imaginen, gracias a mi podrán tener su final feliz, tal vez están destinados a estar juntos. Saben, me dio bastante gracia saber que Niall me dijo que no podría enamorarse de mi porque yo también era pasivo, ¿enserio lo creen? Porque yo no.

La tinta de su pluma iba gastándose poco a poco marcando de color negro letras, letras y letras en su cuaderno de color azul celeste. Su cejas preciosas alzándose en modo de concentración y su ceño levemente fruncido, estaba tan concentrado escribiendo que no se dio cuenta de que no había comido.

La tarde estaba tranquila, tanto estrés en su cabeza, le faltaban aún dos tareas, ya había hecho cinco ensayos y dos biografías de la realeza de Inglaterra. Estaba estresándose, su madre no estaba en casa, había conseguido trabajo hace días, se alegró por ella, aunque ella no tanto, esa sonrisa que tenía su madre no volvió a ser la misma. Consiguió trabajo haciendo limpieza en una casa de unos ricos, al parecer bastante ricos. Louis pudo alegrarse de que ya tenían para comer en base al trabajo de su mamá pero necesitaban a su padre. Su vida no era la misma sin su padre. Faltaba aún el dinero que le prestaría un mentado Harry, todo mundo hablaba de Harry, ni siquiera lo conocía pero al parecer le tenían miedo, incluso Niall. La única esperanza era el dinero de ese rico.

Mientras tanto seguía en su cuarto y un leve rugido en su panza se hizo presente en aquel silencio, dandole motivos para bajar por algún bocadillo del refrigerador, tal vez pan o algún aperitivo viejo, no literalmente viejo pero guardado de días. Buscaba mientras en su refrigerador mientras tallaba poco a poco su panza un poco hambrienta. No comía mucho solo que aveces se le olvidaba cuando se ponía a estudiar muy concentrado. Siempre fue así, en su anterior escuela tenía un buen expediente por su aprendizaje y su comportamiento, por esa razón consiguió de una manera muy rápida la beca en esta escuela, se alegró mucho pero a la vez no quería irse. Uno de sus amigos llamado Liam era igual que él, solo que un poco más alto y en forma, Liam era diferente a los demás chicos que Louis conocía, él si tenía respeto por igual con todas las personas, se podría decir que era la mejor persona, tenían mucha confianza y mucho cariño, tuvieron que separarse por el viaje de Louis a Doncaster, una verdadera lástima, él era una de las razones por la cuales no quería marcharse, aunque verdaderamente estaba mejor en Londres, todo estaría mucho mejor si no se hubieran mudado, su padre no estaría tras las rejas, y todo seguiría siendo mejor o al menos eso piensa.

El timbre siendo llamado a la puerta interrumpió sus pensamientos, dejando así la bandeja que había agarrado en sus manos con un poco de marlin, de verdad moria por comer ese delicioso pescado que había encontrado tras buscar en lo más fondo de su refrigerador.

-Louis, soy yo abre- una voz grabé resonó en sus oídos. Logró sonreír al saber que se trataba de Niall, ese tonto rubio muy amigable. Dejó el marlin en su cocina y se dirigió a abrirle la puerta al rubio, al abrirla lo vio.

-Hola Niall- sonrío, aún tenía las manos llenas de marlin, el pescado favorito de su padre, le encantaba, a Louis igual. Un día fueron de pesca y casaron demasiados pescados dorados llenos de marlin, extraña esos tiempos de pesca, donde su mamá los regañaba por llegar todos mugrosos y su papá se reía al ver la cara de esta, cenaban marlin.