IX

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Sorpresa: supongo que el mundo ya se enteró de lo que realmente pasó cuando vi a hazz llegar a aquel lugar; el concepto de sorpresa no es cuando tus padres y/o amigos te hacen una fiesta sorpresa por tu cumpleaños o cuando alguien te dice que tiene una sorpresa para ti, como si fuera un regalo, no. Te puedes sorprender y no especialmente para bien, me di cuenta de que hazz estaba ahí, en el juego, donde sería el juego, fue una alegría total, lo único extraño fue que solo serían seis jugadores y Harry aún no se presentaba, pero lo único importante en ese instante fue cuando hazz apareció, el mismo chico que estuvo para mi, el mismo chico que me escuchó y fue mi psicólogo, el mismo chico que me había aconsejado que hacer con mi problema emocional, ese chico amable y tierno estaba ahí, no entendía porque o como pero lo vi entrar e iluminar la habitación. También pude visualizar la voz de Niall ser anunciada en la habitación, asustado, las demás personas también lo estaban pero aquella chica rubia no apareció después y Harry aún no llegaba. Mis pensamientos seguían en marcha, mi cabeza daba vueltas y quería saber porque hazz estaba ahí y si era por decisión propia, tal vez por eso Zayn estaba ahí, eran amigos y habían quedado de acuerdo como Niall y yo pero aún no sabía mucho sobre eso. Todo esto fue una sorpresa bastante grande, jamás me imaginé que todo esto pasaría.

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El agua fría caía sobre su hermosa espalda ancha, relajando cada músculo estrecho que ejercitaba, suspiraba y salía un humo que indicaba que el agua estaba demasiado fría, la única manera de relajar su cuerpo es con agua fría, aunque suene muy enfermo, aún en tiempo de frío no prende la calefacción, fue algo que desde pequeño se hizo una costumbre en su vida. Pasó el resbaloso por su abdomen, sus muslos, sentía el agua tan relajante, como si fuera su manera de resolver las cosas. Tenía mucho en la cabeza como para ponerse a pensar en resolver todos los problemas, sabía nada de lo que hacía era para bien, sus padres no estaban en casa como de costumbre y su única compañía era su chofer, su ama de llaves, algunos contadores que movían el dinero y muchos para hacer el aseo.

El baño fue más rápido de lo que pensó, salió así poniéndose una toalla a la cadera y secando sus pies en una alfombra azul, su cuarto era demasiado grande, se podría decir que el único cuarto que se usaba en esa casa era el de él, sus padres venían muy poco y casi no se usaba, se sentía solo pero su ama de llaves le decía que estaba para él pasara lo que pasara, es muy amable, la contrató cuando descubrió que la anterior empleada se robaba el dinero de la caja fuerte y su padre odiaba a los rateros, él igual.

Buscó ropa en su closet, se decidió por unos pantalones negros y un suéter suave, llevaría una chaqueta encima, se coló unos lentes negros, tomó el perfume y roció sobre si mismo, tomó un sobre amarillo de su primer cajón y lo guardó en su chaqueta, arregló su cabello con sus dedos y después con el cepillo, realmente no tenía una forma de peinarlo porque sus rizos tomaban la forma que ellos quisieran y así se veía bastante atractivo.

Antes de salir, se adentró en la cocina, buscando a su empleada, le avisaría que no iba a estar en casa esta noche, pues siempre los jueves de juego se queda a dormir en la cabaña para no conducir por la carretera en la madrugada, eso y que siempre terminaba acostándose con alguien del juego. Buscó por una parte de la casa y no encontró a aquella mujer, se le hizo raro pero se dirigió a la entrada, le avisó a su chofer que podía manejar solo, a lo que él muy dudoso aceptó, ya que lo llevaba para todos lados, a la escuela, las compras, viajes, con amigos, etc. Era muy raro cuando Harry manejaba por si solo, una de las pocas veces fue cuando casi atropella a Lou y casualmente ese día quería un polvo e iba a un bar cerca de ahí, no quería que su chofer supiera la ubicación de este y decidió salir solo pero para su sorpresa, un niño llorando se atravesó y por poco lo atropella, tuvo que cancelar su ida al bar y atenderlo porque podría haberle dado hipertermia con el frío que tenía. Ese día quedó en su mente muchas veces, en cómo aquel niño tan tímido y hermoso tenía tantos problemas en su vida, le dolía el no poder hacer nada, no sabía como ayudarlo.

Serpientes Y Escaleras| Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora