El gran secreto

13 1 0
                                    


JOSHUA

-¿Preocupado por el siguiente partido, Joshua?

-No tanto. Aunque habran muchas expectativas por tratarse de la final de un campeonato y de un clásico.

-¡Tranquilo! Le harás honor a tu camiseta.

Sus palabras me generan tranquilidad. Al ser el capitán el apoyo de tu equipo es vital. El resto charla sobre nuestro destino cuando nos enfrentemos a Nacional. Tomó mi bolso y decido retirarme.

-¿Por qué nunca compartes vestidores? ¿Tienes un secreto oscuro?

-Déjate de paranoias. Es solo un chico un poco peculiar. Mientras juegue bien comprenderemos sus singularidades.

Todos reímos. Mi risa es nerviosa. Salgo del edificio, por fin puedo respirar aire fresco. Fue un chiste, pero es verdad: poseo un secreto. La razón por la que no puedo cambiarme en su misma habitación.

Suelto un pequeño quejido. El binder esta lastimándome. No debería usarlo para hacer ejercicio ¿Pero qué más puedo hacer? ¿Dejar mi pecho descubierto y que sepan la verdad? Me expulsarían, como lo han hecho antes en otros equipos.

Soy un chico trans.

Uno que ama el futbol. I

KER

-Peñarol es un equipo muy fuerte. Estamos en gran peligro de perder el campeonato. Tomaremos cartas sobre el asunto: los sabotearemos.

Nunca pensé escuchar eso de boca del entrenador. Menos espere tener que ser quien se involucre en hacer trampa. No me desagrada la idea de darle un golpe bajo a Joshua. Tenemos una gran rivalidad hace años. Es arrogante: siempre se cree superior por ser un poco mejor.

Lo sigo. Entra en un baño público. Ingreso unos segundos después. Lavo mis manos de forma disimulada, pretendiendo estar en mis asuntos.

Cuando sale del cubículo estoy atónito y en shock. Parece reaccionar igual al verme.

Miro su pecho y no es plano. Tomó una foto con el celular y corró a la mayor velocidad posible.

Joshua

Voy tras él. Me transformó en un corredor profesional.

Lo alcanzo. Lo tumbo en el piso, para obtener su teléfono. No quiere soltarlo por nada del mundo.

-¿¡Así que eres una chica Joshua?! ¿O debería decir "Johanna"?

-¡No soy una chica!

-Bien, no me importa. Tengo un trato para ti: ustedes nos dejan ganar y no publicaré tu secreto.

-Nunca espere que fueras un tramposo, Iker. Te creía mejor.

Golpea mi rostro e intenta huir. Tomo una de sus piernas, impidiéndoselo. Vuelve a golpearme, ahora en la nariz. Consigue su cometido y escapa.

-¿¡Piensas quitarme mi mayor sueño solo por un tonto partido?! ¡Eres un desgraciado!

Se detiene, vuelve para pararse frente a mí.

-¿Tu mayor sueño?

-He entrenado muy duro para lograr ser un buen jugador. Por favor, no me quites esto.

Puedo ver un poco de compasión en sus ojos. Debo estar sugestionado.

IKER

¿Es raro terminar tomando un café con quien querías sabotear? Seguro sí. Pero, ¡Esa charla de su "Más grande sueño" me conmovió!

Termino escuchándolo: Al parecer ha estado en varias ciudades y ha tenido la pésima suerte de ser echado de sus equipos al revelar ser trans. Por eso lo ha escondido tanto en esta ocasión.

-Deberías decirlo. Siempre terminan descubriendo lo que ocultas. Es mejor decirlo uno mismo.

-¿Eso significa que no vas a seguir chantajeándome?

-¡El entrenador me obligo! Pese a no llevarme bien contigo, me desagrada jugar sucio. Temía terminar suplente si no cumplía su orden.

-¡Tu entrenador es un inmaduro! ¡Ese viejo debería ser más honesto! Charlamos alrededor de media hora más. Joshua no es tan desagradable. Es más simpático cuando lo conoces. También juega futbol desde muy pequeño. Comparte ese sentimiento liberador de patear esa pelota en dirección al arco cuando te sientes profundamente frustrado.

- El viento sacudiendo tu cabello, el sentimiento del pasto bajo tus pies, lograr hacer un gol y escuchar a toda la tribuna y tus compañeros celebrar ¡Es simplemente mágico!

Comprendo esa emoción a la perfección.

Cuando cesamos la charla cada uno camina en dirección a su casa. Terminamos en excelentes términos.

Es un gran chico. Borro la foto de mi celular. Mentiré al entrenador diciendo que lo logre. Mi futuro en el partido será incierto. Lo prefiero así.

Joshua

Llego el día tan esperado. El clásico se jugará ahora mismo. Durante días reflexioné sobre si hacer público el hecho de que soy trans. Puedo volver a ser expulsado, y si eso sucede, el resto de la ciudad se enterara y no seré aceptado en ningún equipo. Pero, tendré que seguir escondiéndome por la eternidad. Y como dijo Iker, terminara sabiéndose. Es mejor comunicarlo yo.

Metó la mano en mi remera y quito el binder. Mis compañeros abren los ojos como platos, pero el inicio del partido y la sorpresa les impide decir algo.

Me paro frente a Iker. Le estrecho la mano. Con la mirada nos decimos: "Que gané el mejor".

IKER

La mayoría del partido estuvimos igualados. El primer gol no llegó hasta el segundo tiempo, por parte de nosotros. Peñarol también responde realizando otro gol.

El tiempo se termina y el marcador queda 1-1. Desempataremos con penales. JOSHUA

El último penal debe ser pateado. Un sudor frio me recorre. Si erró este tiro, perderemos el partido. Preparo mi mente. Me enfoco en la pelota y el resto pasa a segundo plano. Tomó impulso y mi pie la patea. Sale disparada como un proyectil. Avanza muy rápido, su entrada es inevitable. El arquero no logra reaccionar.

La tribuna se emociona, mis compañeros también. Lo logramos, ganamos. IKER

Estamos derrotados. Perdimos el campeonato por tan poco. Aun así, dejando mi orgullo, decido ir a felicitar a Joshua. Por ganar, y por ser valiente para liberarse.

-Fue un buen partido.

-Estuvo muy reñido. Pero Peñarol dará la vuelta olímpica este año.

-No me provoques. Reímos, y él pasa el brazo por mi hombro, hago lo mismo. El público se sobresalta: ¿Cómo es posible abrazar al capitán contra el que he perdido? Tampoco lo sé.

-Puedes venir a nuestro festejo si lo deseas.

-¿Para ver como se regodean en mi cara? ¡Ni pensar! Salgamos otro día.

-¿Es una cita?

-Quizás.

Le sonrió. Nunca en mi vida hubiera pensado que este momento fuera posible.

Historias cortasWhere stories live. Discover now