La castaña estaba observando desde lejos, aquellos dos que se veían tan felices, le daba envidia aquel pecoso peli-verde y quería alejarlo de la vida de Katsuki, lo haría a toda costa sin importar el costo.
Uraraka tiene 23 años, es una mujer bonita con buenos recursos bancarios, una Omega bastante rencorosa y de carácter fuerte, ante las personas que de verdad le importan pone su mejor cara, pero si eres alguien fuera de ese entorno, podría hacerte cenizas si así se lo propone, eso era lo que quería hacer con aquel pecoso, le quitaría lo que decía suyo y no se rendiría hasta obtenerlo - Odio ver esa escena, odio a ese estúpido Omega y maldigo el día en que Katsuki lo conoció - Maldecía todo en vos alta.
Valla, es mucho odio en un cuerpo tan pequeño - Decía una muchacha de cabellera verde, era una alfa la cual la escucho de casualidad, pero que su aroma le atrajo al instante. Cubrió su nariz al instante - Creo que tú..., Tu eres mí destinada - Dijo, viéndola a los ojos, Uraraka la miraba incrédula, pero el aroma de aquella chica si que le atraía con locura.
¡¡No, aléjate de mí, no te me acerques, yo solo quiero a Katsuki es el quien me pertenece!! - Grito de la nada, llamando la atención de todos en el lugar, sobre todo por la parejita, Katsuki por instinto se puso de pie frente a Izuku - ¡¡Voy a deshacerme de ti estúpido Omega, voy a hacer que te derrumbes y que te alejes de lo que es mío!! - Era un claro síntoma de obsecion hacía Katsuki - ¡Tu no me hacerques! - Y se fue del lugar corriendo, sabía que su destinada cambiaría sus planes por completo - Maldición~
¡¡Espera, oye tú!! - Grito un muchacho que escucho todo el escándalo - ¿Quieres al rubio verdad? - Y en ese instante, captó toda la atención de la castaña - Tu quieres al rubio y yo al pequeño Omega, ¿Te interesaría mí ayuda?, Podría alejar a Izuku de su lado, mientras que tú te quedas al alfa rubio - Uraraka voltea a ver al chico, allí estaba frente a ella, un muchacho de ojerosos ojos, cabello de un lila/azulado, quien tenía una sonrisa ladina en su rostro.
¿De dónde conoces a ese tal Izuku?, ¿Y quién eres tu? - Pregunto sin titubear.
Mí nombre es Hitoshi Shinso, fui a la universidad con Izuku, intente marcarlo a la fuerza y hacerlo mío, pero ese estúpido alfa me lo impidió y me dio una páliza - Contaba el joven alfa - ¿Que dices, unimos fuerzas? - Elevó una ceja y extendió su mano.
No confío en ti, pero mí plan es no hacerle daño a Katsuki, si le tocas un solo pelo, no dudaré en mandar a matarte o lo haré por mis propias manos, ¿Entendiste? - El chico solo asintió y Uraraka estrecho su mano, en ese momento comenzaría el plan de alejar a un par de destinados - Nos vemos el viernes por la tarde, te diré todo el plan una ves lo tenga armado, no actúes por tu cuenta.
Sin más ambos intercambiaron contactos y se retiraron del lugar.
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Izuku debemos mudarnos, no es seguro y no me arriesgare a qué esa loca te haga daño, no ahora que llevas a nuestro hijo en tu vientre, esto me preocupa - Izuku lo miraba con unos ojitos de angustia, los cuales fueron a parar a su vientre.
Tengo miedo Kacchan~ - Dijo sin más, abrazando a su alfa en busca de confort - Tengo miedo de que algo le pase a mí bebe, no quiero perderlo, no me importa mí persona, me importa más mí hijo - Katsuki lo hizo levantar la mirada.
Escúchame bien pequeño pecoso - Comenzó a hablar - No pienso dejar que nada les pase, ni a ti, ni a mí hijo, me moriría si te mueres tu Izu, no digas tonterías, ¿Está bien? - Sabía que lo que decía, lo decía con el corazón, porque nunca le decía su nombre, siempre por su apodo usual.