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Un día, Mina encontró a su adorable híbrida de gato con las orejas caídas y mirando la lluvia por la ventana, moviendo la cola lentamente.

— ¿Chaengie? — la castaña se acercó a la pelinegra, acariciando su cabeza y sus orejas — ¿Qué tienes?

Encontró un mohín en el rostro de la chica — Me dijeron que doy mala suerte — murmuró.

Mina frunció el ceño, se agachó junto a ella, mirándola frente a frente.

— ¿Fue Momo, verdad?

Chaeyoung bajó la vista.

Mina apretó su hombro, haciendo que las cejas de la híbrida se fruncieran un segundo.

— ¿No te he dicho que los tigres mienten?

Chaeyoung abrió sus ojitos con sorpresa, Mina sonrió por el gesto. La pelinegra lo pensó un momento, antes de negar.

— Me dijiste que los tigres podían comerme y que no me acerque mucho a ella si ambas cambiamos de forma.

Mina suspiró.

— Bien, te lo digo ahora, Chae. Los tigres mienten.

Bad luck | Michaeng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora