Luego de el tema del beso y el extraño comienzo de una relación que ambas desconocían, ninguna se había dado cuenta que lo suyo había cambiado.
Estaban en un punto de no retorno, aunque no lo sabían aún.
El fin de semana largo, donde Mina no tuvo que asistir a la universidad y pasó todo el día con Chaeyoung, quien se había vuelto una gatita más mimosa y alegre que antes, ronroneaba más fuerte y había vuelto a jugar con una pelota con cascabeles que Mina había encontrado detrás de un mueble, y siempre reía al ver a su gatita correr la sonora pelotita por toda la casa.
Pero como todo fin de semana largo, también terminó, y, como siempre, Mina llevó a Chaeyoung a casa de Nayeon para que se quedara con las híbridas mientras ella pasaba la mañana en la universidad.
Chaeyoung solía cambiar a forma gatuna para ir a lo de la extraña amiga de su dueña, aunque está vez se negó a hacerlo.
Con un suspiro de derrota, Mina buscó un gorro para esconder las orejitas sobre su cabeza, y Chaeyoung se ruborizó cuando la chica la rodeó para acomodar su cola dentro de sus pantalones, mordiendo su labio con fuerza.
Su cola era muy sensible y se sintió extrañamente acalorada por ese gesto.
El tráfico de híbridos era un realidad, y por más que no solía pasar en esa parte de la ciudad, la castaña prefería prevenir antes de lamentar.
Antes de salir, Mina tomó su mano, y caminaron así las dos cuadras que separaban el departamento de Myoui con la casa de Nayeon.
Como siempre, la sonriente chica las recibió con todo su buen humor mañanero, distinto al de Mina, quien le alteraba un poco que su amiga hablara de una forma tan aguda cuando estaba alegre.
Mina ni cruzó el umbral de la puerta, debía volver al departamento para buscar sus cosas y así poder irse, apenas le dedicó un saludo que sonó cansado y se volteó dispuesta a regresar.
Pero el tirón en su mano la hizo voltear.
Vió a Chaeyoung, con sus lindos y grandes ojitos, casi suplicante, un pequeño puchero en sus labios, la minina sostenía su mano, con sus dedos entrelazados, sin dejarla escapar.
Mina abrió un poco de más sus ojos, sin saber muy bien qué hacer, miró a Nayeon, detrás de Chaeyoung, quien tenía una sonrisa enorme en el rostro.
La gatita notó que su humana era muy lento y no se había dado cuenta de lo que quería, asi que se acercó a ella para abrazarlo un momento, escondiendo su rostro en el cuello de la castaña.
Mina la miró con sorpresa, comprendiendo que su gatita queria unos mimos de despedida, devolvió el abrazo, acariciando su cabeza.
Notó a Nayeon, un poco más atrás, dentro de la casa, quien daba saltitos de emoción.
Mina rodó los ojos.
Chaeyoung se frotó levemente en su cuello antes de apartarse un poco, mirándo los ojos de su dueña, que sonreían ligeramente.
Sin importarle nada, la gatita acercó sus labios a los de Mina, besando con calma.
En esos días a solas habían practicado los besos bastante, y, a pesar de que Chaeyoung nunca podría ganarle a su humana en sus batallas de lenguas, tenía suficiente confianza para comenzar un ritmo lento, o seguir algo más apasionado.
Mina dejó que su gatita la besara con lentitud, acariciando un poco la mejilla de la híbrida mientras la acompañaba en tiernos movimientos.
Se separaron con lentitud, mirándose con una sonrisa en sus rostros.
— ¡La puta madre!
El grito de Nayeon hizo a Chaeyoung saltar del susto, sintió su cola erizarse bajo sus pantalones.
— ¡Son tan tiernas y tan bonitas y-!
— Cállate de una vez — soltó Mina, en tono brusco, se separó de Chaeyoung y se fue a paso apresurado.
Chaeyoung no pudo evitar sentirse un poco mal, se mordió el labio con pena, sintiendo que había hecho mal.
Ella sólo quería un beso de despedida.
— Vamos, pequeña — las manos de Nayeon sobre sus hombros la hicieron alzar la vista del suelo — Entra, hace frío.

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Bad luck | Michaeng
Fanfiction«Me dijeron que doy mala suerte» Donde Chaeyoung es una adorable híbrida de gato negro y tiene miedo de darle mala suerte a su linda dueña, Mina. - Híbridos AU - Pareja principal; Michaeng - Parejas secundarias: NaMoHyun/ Satzu. - Mina - Tops (G!P)...