La eterna soledad del inmortal

capitulo 2- Jesús, hijo de Dios

La historia de Jesús ya la conocemos muchos, pero algo que nadie sabe es que la historia involucra a Ramiro Albarracín, cuando Jesús murió, Dios mandó a Ramiro para que lo resucitara, esto hizo que Ramiro se molestara un poco con Dios, porque le estaba dando órdenes y era algo que él podría hacer, sin embargo, no le tomó mucha importancia y en tan solo 3 días logró resucitar a Jesús, luego este muere por segunda vez, Ramiro insistió en resucitarlo de nuevo, ya que Jesús le llegó a caer muy bien pero Dios no quería que siguiera en la tierra después de todos los problemas que se habían causado, después de Jesús los mismos humanos decidieron marcar los años y contarlos para saber el punto en el que se ubicaban, Ramiro había disfrutado su poco tiempo en la tierra, se fijó que en todo el tiempo que duró descansando, ya muchos humanos y quería convivir entre ellos, entonces decidió quedarse en la tierra un poco, adoptado el nombre de Ramiro (en honor a Adán) y con la apariencia de una llama (esto porque le parecía que su personalidad se asimilaba a una, era alguien tranquilo y que reflejaba paz, así como las llamas, aparte que era algo común de ver y seguía sin poder adoptar la forma humana),  entonces se quedó ahí, fingiendo ser una llama más de la granja de un anciano con un nombre algo raro "Julius Gognomen", él era un viejo granjero que se encontraba por ahí, cuidaba muy bien de sus animales, así después fueran alimento para él, Ramiro varias veces observó que Julius estaba muy mal, varias veces se sentaba y lloraba por alguna razón, Ramiro se dio cuenta que él estaba muy solo, de pronto por eso lloraba, Julius había visto muchas cosas en su vida, Ramiro sabía que no le impresionaría una llama que habla, así que decidió hablarle a Julius porque quería saber que le pasaba para que estuviera tan mal, como Ramiro lo supuso, este se sentía muy solo, Julius resultó ser alguien muy amistoso, este le contó a Ramiro que llegó a tener una esposa y dos hijas, sin embargo, la esposa falleció de una enfermedad bastante grave de la cual no tenía idea de que se tratara (debido a que en esos tiempos no existían los doctores, los hospitales ni las medicinas) y las hijas le dejaron de hablar y se alejaron de él, porque según ellas, fue él quien la asesinó, ya que él la solía golpear cuando no le cocinaba o cuando no hacía sus deberes, Julius le confesó a Ramiro que se sentía muy arrepentido de eso, y que lo que más le dolía es que nunca le pudo pedir perdón, y de alguna forma quisiera pedirles perdón a sus hijas, ya que ellas seguían vivas, pero las veces que lo intentó ellas no querían escucharlo y se largaban, Ramiro al escuchar esto sintió dolor por Julius y decidió ayudarle de alguna forma, después de pensar que podía hacer llegó a una idea para que las hijas lo perdonaran y supieran que él no la asesinó y que se arrepentía por haberla golpeado, pero por más poderoso que seas, no puedes cambiar el pensamiento ni el libre albedrío de las personas, entonces Ramiro decidió convertir a Julius en "el héroe del pueblo" para que así las hijas le dieran el tiempo y la oportunidad de explicarse y pedir perdón, ya que habría hecho algo bueno, Ramiro convenció a Julius de trabajar en equipo para sembrar y cosechar las necesidades del pueblo (recursos como comida y bebida) y luego, regalarlas a la gran cantidad de gente con hambre que había allí, Julius aceptó y entre ellos dos regalaron gran parte de lo que cosechaban a esta gente y poco a poco iban ganando la atención y el respeto del pueblo,  mientras hacían eso, Ramiro se dio cuenta que por fin tenía un gran amigo, con Julius empatizó de una manera grandiosa, se llevaba demasiado bien con él y hablaban seguido de temas bastante personales, Julius le enseñó lo básico de los humanos, sus métodos de cacería, sus formas de cosechar para que no acabaran los recursos, ya que si consumía algo, lo sembraba y crecían más, Julius le enseñó a Ramiro a hacer jeroglíficos, que sería un método para comunicarse con la gente sin utilizar la voz, todo iba bastante bien, pero se se salió de las manos cuando aparecieron unos sujetos a los cuales Julius les había robado unas vacas, estos no le dieron tiempo de hablar y lo asesinaron con piedras que tenían en la mano mientras que a Ramiro lo golpearon y dejaron por ahí, era una llama, ¿que podría hacer al respecto? Ramiro, al ver que habían asesinado a su mejor amigo, a la persona que le enseñó lo que sabía y con la cual logró empatizar, enloqueció de una manera horrible, tan grande fue su enojo que a los sujetos los asesinó a golpes uno por uno, Dios, al enterarse de esto se molestó bastante, lo perdonó, pero sin embargo Ramiro se sentía muy decepcionado de él mismo, no podía creerse que se hubiera dejado llevar por la ira, él nunca pensó herir a nadie y había asesinado a tres tipos, Dios le enseñó lo que estaban sufriendo las familias de los tipos a los que asesinó, Ramiro le suplicaba a Dios que los salvara, sin embargo, eso era algo que Dios no podía hacer, Dios aprovechó el momento para comentarle y enseñarle a Ramiro lo que era la muerte y que no había nada después de esta, Ramiro siguió arrepentido en la tierra, el problema es que todos habían visto su gran fuerza y Ramiro se volvió un enemigo para ellos, alguien al cual temerle debido al enorme poder que demostró, a Ramiro le tocó esconderse en varias partes, pero un día se dio cuenta que merecía un castigo, entonces se entregó al pueblo, estos sin pensarlo al instante intentaron asesinarlo, cuando vieron que nada le hacía ni cosquillas, se dieron cuenta de su inmortalidad, por lo cual le empezaron a temer mucho más, así que lo encerraron en un calabozo por muchos años, Ramiro sabía que podía salir muy fácil, pero también sabía que se equivocó, entonces se quedó a asumir su castigo con dignidad, pero antes de eso, le pidió el favor a Dios que de alguna manera, las hijas de Julius se enteraran lo que hizo su padre y que supieran que no tuvo que ver con la muerte de su madre, Dios dejó una carta por donde ellas estaban comentándoles lo que hizo Julius y Ramiro por fin podía estar en paz, le alegraba que así todo el pueblo le temiera, reconocieron lo que hizo Julius por ellos