Capitulo 4

173 18 4
                                    

Jimin yacía en su cama, encogido, protegiendo a su pecho con sus brazos, aparentando estos con desespero, mientras las escurridizas lágrimas se resbalaban, trazando ese camino herido, amargo de finos hilos de sombra gris en sus mejillas, para que por último esa agua salada, derramada por la opresión de su sufrimiento muriera en las delicadas sabanas, con cuales Jimin pretendía calentar a su fría y simple carne. Ya que talvez si esta se calentaba un poquito, su pecho dejaría de doler, como lo estaba haciendo, dejaría de latir e hincar, como lo estaba sintiendo, dolía y desesperaba sentir el filo de cientos de agujas lastimar su delicado corazón, cual a veces sentía que estaba a punto de dejar de pulsar y quizás esa era la respuesta por la cual su piel ya no lograba encontrar calor.

Sin embargo cuando el desespero y dolor se amortiguo o simplemente cuando él lo dejo existir, pensó que el caos tortuoso había terminado ,pero en ese momento llego ese familiar dolor que sentía cuando él ya no sabía que hacer ,que pensar ,como actuar, ese que el creía que era la respuesta de la lucha entre sus emociones y sus pensamientos impuestos ,ese mismo dolor que empezaba cuando las lágrimas se terminaban y hacían que de forma desesperada presionara sus manos contra su cabello castaño, esperanzado de poder exterminar el dolor por medio de la presión sofocante con la que siempre lograba ocultar el nudo de su interior, que poco a poco lo estaba dejando sin poder respirar.

-Respira Jimin, respira - susurraba, entre cortado, por los estragos del llanto, encogiéndose cada vez más en medio de las sábanas.

-Respira, mañana ya todo va pasar, mañana todo acaba, solo respira

Repetía mientras poco a poco se forzaba a tranquilizarse. Como siempre, pues estaba acostumbrado y por tal le parecía hasta innecesario caer al punto de tener que consolarse el mismo en voz alta, le fastidiaba.

Si eso era normal y él era el débil de la situación.

Si, era débil, porque de tantos años viviendo eso con Seulgi, aún seguía fracturándose y exagerando todo, ridiculizándose hasta tal punto de pretender olvidar como respirar.

Ya lo sabía.

Al igual que sabía que cuando ya lograba respirar con tranquilidad, significaba que pronto dejaría de dolor, que respirar le ayudaba, aunque sea para ocultar y sobrellevar el suplicio.

Todo pasaría, a la mañana siguiente, solo tenía que hacer lo de siempre, al siguiente día actuaría como si nada hubiese sucedido, sonreír radiante muy radiante, seria amable en todo momento, respetuosos, comedido, solo ...tenía que ser bueno, así todo volvería a estar bien con su mamá, ya lo sabía.

Solo fingir que nada de lo que pasó le afectó, eso lo solucionaría todo.

Y así lo hizo.

Por ello ahora ya una semana después, por alguna extraña razón sentía que todo fluido mejor, no hubieron más gritos por parte de Seulgi, todo estaba tranquilo, podía decir que estaba feliz, porque hasta había convencido a su madre de que le comprara vinagre de manzana para beberlo en las mañanas en ayunas, como había visto que recomendaban en esa página de Instagram que había comenzado a seguir.

Y aunque sabía qué hacía ello porque su parte profanada se lo había dicho, se alegraba, o tal vez esa felicidad era por la momentánea tranquilidad que él creía estar teniendo. No sabía por cuál de las dos era, pero para él era suficiente estar feliz, no interesaba la razón.

Además, estaba contento porque había encontrado más canales en YouTube que le ayudaba a mejorar su rutina de ejercicio y eso lo mantenía entretenido y también podía decir que sus calificaciones se mantenían en el cuadro que a él lo satisfacía.

Así que, todo estaba fluyendo casi con perfección, así como a él le gustaba.

Y eso, era lo único que importaba.

Respira 《Yoonmin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora