fourth

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"We dont need money to feel good, 'cause you're the ride-or-die the rest of my life".

Los diamantes que Jungmo estaba enseñándole se veían maravillosos, eran pequeños pero de todas formas bien sabía lo mucho que valdrían.

El problema era la persona a quién le pertenecían esas pequeñas cositas tan caras, que todos en la banda deseaban obtener para llenarse de muchos más lujos cuando lo quisieran. Meterse con ese tipo podría terminar con ellos enterrados tres metros bajo tierra.

Kang Minhee era el dueño de esos diamantes, un empresario reconocido en toda Corea del Sur, probablemente en toda Asia. Tenía cientos de empresas bajo su nombre, era el tipo más ricachón de Corea y apenas tenía unos veintitrés años. Era simplemente increíble. Pero esas empresas eran solo una fachada para tapar sus negocios sucios. Decían también que su única debilidad era un universitario unos tres años menor que él, lo cual fue un gran punto a favor para Wonjin a la hora de idear un plan.

Ahn Seongmin se les unió al grupo unas dos semanas atrás, era un chico bastante energético y les brindaba alegría junto a Junhui y Shota. Él seria su pequeño caballo de Troya.

La mansión de Kang estaba rodeada de muchos, muchos, guardias de seguridad que iban armados hasta los huevos. Si cualquiera se acercaba al lugar con unas malas u dobles intenciones ellos no dudarían en ponerle una bala en el medio de la frente. Por eso mismo necesitaban a Seongmin para que les abriera paso a la casa.

Era sábado, estaban en un club donde todos sabían Kang Minhee estaba también.

Dándole una mirada al equipo, Seongmin asintió, yéndose a la pista de baile.

Tomando un poco del alcohol en su copa, Wonjin observó al chico comenzar a menear sus caderas llamando la atención de varios tipos en el lugar, incluyendo la de su objetivo. Esos pantalones de cuero ajustándose a sus piernas, su trasero marcándose de una forma que atraería a cualquier tipo homosexual. Sí, Ahn Seongmin tenía un trasero que cualquiera envidiaría o desearía tenerlo en sus manos.

Riéndose un poquito, volvió su mirada a Jungmo, siendo recibido por una sonrisita victoriosa de su parte.

Ah, mierda, ya sentía sus dedos cosquillear por el deseo de tener esos diamantes en sus manos.

Veinte minutos más tarde ya estaban dentro de la casa. O bueno, mejor dicho Seongmin lo estaba. Había metido una pequeña cámara entre sus ropas, no había sido revisado a la hora de ingresar a la mansión puesto que todos ellos ya parecían conocerlo de mucho antes. Seongmin les había confesado que él había estado en esa casa más de una vez tiempo atrás. No se los dijo pero tanto Jungmo como Wonjin sabían que el chico había estado en una relación con Kang Minhee, lo único que ambos desconocían era la razón por la cual terminaron.

Eso podría ser un punto débil de su plan, puesto que había una pequeña posibilidad de que el chico volviera a caer en los encantos del empresario y volviera a estar con él en una relación, mandando todo el plan a la mierda. Si es que no terminaba por contarle al mayor que intentaban robarle sus preciados diamantes.

— Quiero mudarme a otro país. —soltó repentinamente Jungmo, su mirada centrada en la entrada principal de esa mansión. Wonjin vió su perfil.

— ¿A otro país?

— Mm. —afirmó, volteando a verlo también—. De niño vi una fotografía de Shanghai, es una ciudad bonita. O tal vez a otro continente, Toronto me gusta también.

— Cuando tengamos los diamantes tendremos mucho mucho dinero y entonces nos iremos a donde queramos. —el mayor se mantuvo un momento viéndole atentamente, desde sus cejas perfiladas, sus ojitos, su nariz, hasta sus labios.

— No necesito dinero para sentirme bien, ¿sabes? —comenzó, acercándose un poco para dejarle un corto beso en sus labios—. Y sonará malditamente cursi, pero solo con tenerte a mi lado me siento bien, Wonjin.

Devolviéndole un corto besito, Wonjin sonrió. Una sonrisa tan bonita que dejó plasmado a Jungmo, adorando tanto saber que fue dedicada a él y a nadie más. Y deseó profundamente que, si esa teoría de la reencarnación era verdad, en todas sus próximas vidas pudiera volver a verla.

— Voy a todo o nada contigo, Jungmo. —le dijo, sus palabras sonando más como una promesa—. Quiero que lo sepas.

Esta vez fue Wonjin quien pudo apreciar una sonrisa bonita en el rostro de su acompañante, no tardando en sentir sus labios sobre los suyos propios. Dándole un beso que cargaba miles de emociones, demasiado amor como para ser demostrado de otra manera.

Su burbuja rompiéndose cuando la voz emocionada de Junhui sonó en el walkie-talkie que todos compartían, Seongmin salió de la casa caminando lo más casual posible. Y tal como Wonjin predijo, ningún guardia lo revisó en su salida.

El chico caminó un par de cuadras hasta llegar al auto donde Wonjin y Jungmo esperaban, detrás de éste estando el auto de Serim junto a Woobin y en frente el de Junhui con Shota. Cuando Ahn se subió al vehículo todos los autos se encendieron y partieron lejos de ese lugar, como si nada hubiera pasado.

Los diamantes eran bastante pequeños pero brillaban como las mismas estrellas en el cielo y, según sus investigaciones, valían más de cien mil millones de dólares cada uno. Tenían veinte en total en sus manos, los cuáles dividieron entre los siete, dos diamantes para cada uno. Quedaba en decisión de ellos mismos lo que harían con ellos, si lo venderían para conseguir esa suma o si solo lo mantendrían guardados.

Jungmo tenía planeado venderlos, tomar el dinero y marcharse a algún país con una playa, por supuesto llevándose a Wonjin con él.

❤️‍🔥

Era la última vez que el equipo estaría junto, cada uno tomaría caminos completamente diferentes después así que pensaron que no habría nada mejor que hacer una fiesta entre ellos. También para festejar que tenían una suma de dinero tan grande en sus manos.

Wonjin volvía a la sala con el resto, una copa de vino estando en su mano. Pero aún con el alcohol en sus venas fue el primero en percatarse de las luces que se mezclaban entre las azules y rojas, pintando de esos colores las cortinas blancas que estaban posicionadas frente a la ventana, el sonido de las sirenas no tardando en llegar a sus oídos.

La copa cayendo de su mano, los gritos de los policías en las afueras de la casa, las voces de sus mismos compañeros hablando entre sí buscando una salida a eso que parecía ser sus propias trampas de ratón, todo eso sintiéndose tan rápido. Aunque se sentía algo mareado su mirada asustadiza no tardó en buscar la cabellera negra de Jungmo.

"Te amo, Wonjin" fue lo que musitó Jungmo cuando sus miradas se encontraron.

Luego Serim se acercó corriendo a él junto a Woobin, el más alto tirando del brazo de los menores. Wonjin intentó librarse mientras veía como la puerta era derrumbada y los policías comenzaban a entrar a la casa. Vió a Jungmo alzar una pistola en dirección a los uniformados.

Entonces dos tiros resonaron por toda la casa.

—❤️‍🔥—

nooooo, habwjwnqk pasó lo que no quería

bueno sufran y háganle stream a gas pedal que es tremendo soty y si son deobas háganle stream al aotm de juye, si no lo son igual háganle stream que juye le hecho altas ganas

cuídense, por favor tomen mucha agua y coman correctamente

faitin en la escuela, uni o el trabajo<3

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⏰ Última actualización: Sep 23, 2021 ⏰

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bonnie & clyde ; moguhamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora