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No echaba de menos respirar, no sentía dolor y el temor se había esfumado como humo.

Nubes.

Sentía que una nube lo sostenía, no podía pensar con claridad pero una sonrisa adornaba su rostro de eso estaba seguro, ¿quién decía que los sentimientos eran importantes?. El podría haber vivido bien si no fuera por el maldito miedo que lo consumía y hace que no pudiera defenderse.

Pero sin esperarlo, pudo sentir como volvía a respirar. No sentía nada excepto su rostro, veía oscuro por tener sus ojos cerrados y no tenía intención de abrirlos.

Podía escuchar pequeños sonidos que iban y venian consecutivamente, ¿Un hospital tal vez?.

Y de nuevo esa sensación de miedo inundó su cuerpo, pensar que podría estar vivo hizo que lágrimas inundaron sus ojos. No podía creer que seguía vivo.

Si es que existía un dios, lo odiaba, lo odiaba tanto. El fué creyente durante mucho tiempo, pero... ¿Por qué no lo sacaba de ese infierno?¿Es que disfrutaba verlo sufrir igual que los demás?. Para este punto le importaba mierda todo, si es que salía de ahí lo primero que haría sería matarse el mismo si no es que se adelantan los demás para hacerlo.

Ya no quería más, no quería sufrir más.

—¿Podemos pasar?... Por favor, somos sus amigos...no tiene a nadie más...— Entre los pasillos solos, podía escuchar claramente los gritos de sus amigos, oía voces femeninas contestar pero eran casi inaudible.—Nosotros lo trajimos, ¿y ni siquiera nos dejan verlo?¿¡Que clase de lugar es este!?.

Sonrió para sus adentros, sin lugar a dudas era Chenle y sabía que estaba desesperado y enojado por su tono de voz. Su amigo conseguiría pasar a como de lugar, de eso estaba completamente seguro.
Y así fue. En menos de 2 minutos la puerta fue abierta.

Sus ojos se abrieron en cuanto se sintió a salvo sonriendo inconscientemente al sentir como se lanzaron hacia el abrazando con cuidado su cuerpo, llorando juntos. El calor de aquellos niños era tan similar al que recibía antes al ver a su madre, era los únicos lugares en dónde se sentía a salvo.

Y sus lágrimas salieron como cascadas en cuanto recordó que ella había muerto, como estuvo solo todo este tiempo, sin poder comer ni dormir por ella, tenía que trabajar tanto mantenerse el mismo, así para el, siendo más fácil no comer y aprovechar sus horas para dormir en estudiar o buscar trabajos.

Necesitaba tanto ese abrazo para sacar todo el dolor contenido en su pecho.

Sus amigos lloraban con él, porque sabían todo, el doctor les habló sobre los moretones que tenía desde mucho antes, mordidas; se sorprendieron tanto cuando les dijeron eso, eran tantas marcas en su cuerpo en lugares estratégicos que ellos no podían ver. Y sentían la impotencia y rabia, no saben quiénes eran o al menos si eran 2 o más. Pero de lo que si estaban seguros, era que a cualquier costo de ahora en adelante no dejarían a su amigo solo.

Y así pasaron los días, con sus amigos estando con el diariamente, a veces juntos o por separado pero no lo dejaban solo, y eso a Haechan lo tenía tan contento.

En estos momentos se sentía vacío, solo.

Pero oír las risas de sus amigos, chismes que escuchaba Chenle y Jisung regañandolo por escuchar conversaciones ajenas, Johnny regañandolos por no ser comprensivos al ver a su amigo aún tendido en la cama.

Lo disfrutaba tanto.

Pero... En la noche todo acababa, ellos tenían que dormir en su casa, así que lo dejaban solo, ahí era cuando el tenía demasiado miedo, las peores cosas le pasaban cuando no había nadie cerca suyo en el que pudiera estar a salvo.

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⏰ Última actualización: Aug 13, 2022 ⏰

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