OMEGA

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Estaba en el hospital, como todo el fin de semana

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Estaba en el hospital, como todo el fin de semana. Stiles y yo nos encontrábamos en las sillas del hospital. Queríamos saber cómo se encontraba Lydia.

—Justo así, no tu primero. — hablo Stiles dormido y mi mamá nos miró a ambos.

Yo la mire con una sonrisa que parecía más una mueca y ella sonrió.

—¿Yo primero? — dijo Stiles sonriendo.

Yo rodé los ojos y reí por lo bajo mirándolo.

—¿Han estado aquí toda la noche? — escuche a la madre de Lydia, Natalie, hablar con mi madre.

—Estuvieron aquí todo el fin de semana— dijo mi madre riendo al vernos.

Una señora de limpieza se acerco a el bote de basura que estaba a un lado de Stiles.

—Eres sucia— dijo Stiles soltando besos en el aire y yo le di un golpe en el brazo para despertarlo.

—Acabas de asustar y traumar a una señora— dije sin poder parar de reír. Stiles me miro confundido. —Deberías ir a casa a dormir un poco. — dije, pero el negó.

—Necesito algo de comer. — dije moviendo el cuello y acomodándose en la silla.

—Hay una maquina expendedora en el pasillo. — dije y el me miro.

—Perfecto, vamos. — dijo sonriéndome y levantándose rápidamente.

—Stiles espera. — dije acelerando el paso para alcanzarlo.

[...]

Ambos nos paramos frente a la maquina expendedora. Yo saqué un billete de mi bolso y lo puse en la máquina.

—¿Reese's? — dije mirando a Stiles.

—Claro que sí. — dijo sonriendo.

Aprete unos botones y espere a que los Reese's fueran empujados, pero se quedó atorada.

Aprete el botón varias veces rápidamente pero no funcionaba.

—¿Y si usas tus poderes? — dijo Stiles y yo negué.

—Aun no los controlo, talvez terminé rompiendo el vidrio o tu craneo — dije haciendo una mueca.

—Bueno tendríamos dulces gratis. — dijo y yo negué con la cabeza risueña. —Déjamelo a mí. — me hice a un lado y el se paro frente a la máquina.

Stiles comenzó a sacudir la máquina. La sacudía fuertemente.

—Stiles si sigues haciendo eso la maquina se va a...— dije, pero lo que iba a decir sucedió.

La máquina cayó al suelo.

—Oh mierda. — dije mirando la maquina en el piso y luego miré a Stiles. —Yo no se quien eres, no te conozco. — dije caminando rápido por donde habíamos venido.

THE KANIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora