Una situación problemática.

Idiota.

Podía oír el sonido distintivo de unos pies arrastrando los pies por el suelo de madera. El sonido no encajaba con ninguno de sus compañeros de equipo, su sensei o sus padres. Dándose la vuelta con un gemido, se asomó y abrió los ojos. La luz que llenaba la habitación era luminiscente. El piso se inclinó dramáticamente antes de enderezarse. De pie junto a su cama estaba Naruto. Su cabello era más largo, pasando por sus omóplatos y vestía un atuendo similar al de Ino. Su blusa era una versión naranja de la de Ino, que chocaba fuertemente con su cabello, y pantalones naranjas, sentados en sus caderas y abrazando su forma.

"¿Estás de vuelta?" preguntó, aunque la respuesta era obvia.

"Muévete," demandó Naruto, empujando el costado de Shikamaru. Una vez que hubo espacio en la cama para ella, se dejó caer, rebotando una vez antes de acomodarse. Girando la cabeza para mirar al chico de cabello oscuro, sonrió. "¿Cómo te ha ido?"

Shikamaru fue a responder solo para resoplar. "¿Más de dos años y eso es lo que tienes que decir?"

Naruto se encogió de hombros, dejando que Shikamaru envolviera su brazo alrededor de su cintura y pusiera su rostro en el hueco de su cuello mientras giraba su cuerpo para mirarlo.

"¡Te he estado extrañando, idiota!" murmuró en su cuello. Su suave cabello y piel se frotaban contra su rostro. Olía a ramen, el bosque y algo más que era exclusivamente Naruto y femenino al mismo tiempo. El olor que lo había empezado todo. "Pasé más de dos años preguntándome qué pensabas de nuestro beso y me preocupaba que no volvieras".

"Bueno, estoy de vuelta." La mano de Naruto se deslizó sobre la cintura de Shikamaru, acercándolos más. "Y en cuanto al beso, ¿por qué crees que vine aquí en el momento en que regresé?"

"¿Para decirme que realmente debería haberme cepillado los dientes?" Sintió la risa de Naruto vibrar a través de su garganta y volvió la cabeza, besando el camino que tomó. Naruto inclinó su cabeza hacia abajo, permitiendo que Shikamaru rozara sus labios con los de él. Suspiró contra sus labios, sus narices rozándose.

"No eres mi Naruto, ¿verdad? Ella todavía no ha regresado." Se tragó el nudo en la garganta. Escenario tras escenario pasaban por su mente todas las noches cuando pensaba por qué Naruto no había regresado. Cada mañana se despertaba con la esperanza de que ella estuviera de regreso. "Estoy empezando a pensar que mi Naruto no va a volver".

"Pero estoy aquí", le recordó el falso Naruto, frotándose la espalda. Ella avanzó, rozando sus labios contra los de él.

Shikamaru volvió la cabeza con un suspiro. "Sin embargo, no es lo mismo. Eres solo una sombra de lo real. Ni siquiera sé cómo se ve Naruto ahora."

Mientras hablaba, el falso Naruto se atenuó y desapareció. Abriendo los ojos, Shikamaru miró su reloj. Eran un poco antes de las siete y sabía que tenía que encontrarse con Temari a las 7:30 para su reunión. A medias se arrastró fuera de la cama y comenzó a vestirse, tratando de no esperar que Naruto regresara hoy. Empezaba a creer que era una causa perdida. Naruto nunca volvería a la Hoja.

A pesar de que era temprano para conocer a Temari, la encontró parada frente al café con los brazos cruzados. Se preguntó por un momento qué había hecho para molestarla cuando ni siquiera había llegado todavía, pero luego notó que el hombre estaba hablando con Temari. El hombre tenía una sonrisa sórdida y no había mirado a la cara de Temari todo el tiempo que Shikamaru los había estado observando.

Se habría apresurado a ayudar a Temari si no estuviera de mal humor y si no conociera a Temari. Mientras observaba, la rubia apretó el puño, se echó hacia atrás y golpeó al hombre con tanta fuerza en el estómago que le salió saliva por la boca. El hombre cayó al suelo, acunando su estómago mientras gemía. Temari vio a Shikamaru cuando levantó la vista de su víctima y le dio una sonrisa, volviéndose para caminar hacia el café.