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Narrador omnisciente

Actualidad

Jungwon estaba en su habitación bailando y cantando felizmente, utilizando un peine cómo micrófono, cuando de repente su teléfono empezó a sonar.

Llamada entrante de heeseungnnie

- Hola, amor.

- Hola, Woonie.

- ¿Cómo estás?

- Muy bien, emm te quería decir algo.

- Claro, cielo. ¿Qué pasa?

- Esta noche hay una fiesta en el Terreno C. ¿Vendrás conmigo?

- Si....

- Perfecto. Te pasaré a recoger a las 23:00h.

- ¿Tan tarde?

- Si, es una buena hora para ir de fiesta.

- Vale, hasta luego. Te quiero mucho, Sungnnie.

- Yo también, bebito.

Fin de la llamada

Cuando la hora de irse se acercaba, el peliazul empezó a prepararse para la fiesta. Se vistió con algo sencillo: unos jeans negros, una camisa blanca, una sudadera oversize roja encima y sus Vans negras. También se colocó un poco de rímel en sus pestañas, perfume y se pintó los labios con un pintalabios rojo cereza. En cuanto sonó el timbre de la casa, el menor bajó corriendo, se despidió de sus padres y saludó a su novio que lo esperaba fuera.

- Te extrañé, Gatito.

- Yo también.- rió leve. Subieron a la moto del castaño y en media hora, más o menos, ya estaban en la fiesta.

Todo iba de maravilla, la pareja bebía agua, bailaban y se besaban. Hasta que el organizador anunció lo de las apuestas y las carreras de motos. Algo que Jungwon odiaba y Heeseung amaba. Esa noche Lee decidió apostar unos cuantos wones a cambio de un producto de limpieza para la moto que era muy, pero que muy caro.

- Amor, no me gusta que hagas esto. Estás arriesgando demasiado esta vez.

- Tampoco es tanto. Tengo dinero de sobra, pero no tanto cómo para pagarme ese producto.

- ¿Pero tú eres consciente de lo que dices? No es el dinero, es tu vida. Te amo y no quiero que te pase nada.

- Ya hice esto antes. Lo llevo haciendo mucho tiempo. Confía en mí, mi vida.

- Ten cuidado.- antes de que el mayor subiera a la moto se besaron y se abrazaron fuerte. Cómo si supieran lo que iba a pasar a continuación.

La carrera ya había empezado, eran 5 vueltas y en cada una la velocidad aumentaba. El pequeño Yang estaba muy nervioso y aún más cuando vio que era la vuelta 4 y nadie aparecía.

Lo peor fue cuando escuchó un fuerte golpe a lo lejos, sin más se puso a correr en la dirección de la que había provenido el golpe. Cuanto más cerca estaba la vista se le nublaba más, se temía lo peor... Al llegar lo vio, vio a Heeseung en el suelo, sin moverse y con su moto unos metros más lejos. Fue lo más rápido que pudo hasta allí, se tiró de rodillas al suelo y rompió en llanto.

- Heeseung!

- Wonnie

- ¿¡Por qué!? No te vayas, eres mi vida. Por favor, no me dejes.

- Lo siento mucho, cariño. - dijo en un hilo de voz. - Perdí el control y después todo se nubló...- el menor acurrucó la cabeza de su herido novio entre sus manos, la acarició, le dio su calor y un último beso.

- No... No, por favor....

- Te amo, vale? Te amo muchísimo y siempre lo haré. Te amo, mi vida. No lo olvides nunca.

- Yo también te amo, te amo mucho mucho mucho, mi tesoro. - y en ese momento soltó el llanto más desgarrador que todos los presentes de allí habrían podido escuchar en sus vidas.

Lee Heeseung, a sus 27 años de edad, cerró sus ojos para siempre. 

♡༒  𝓦𝓘𝓣𝓗𝓞𝓤𝓣 𝓨𝓞𝓤  ༒♡  ╰─╮нεεωση╭─╯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora