-Por favor Severus.. Hazlo por mi y por ella, se que estas muy preocupado por Lily pero.. No me queda mas tiempo.. -frente a Severus Snape se encontraba una mujer con cabellos rubios alborotados, la cuál huía del "señor tenebroso" ella sabía perfectamente que no tardarían en encontrarla por lo que decidió esconder a su pequeña hija de solo 9 meses, aquella niña que era lo único que la mantenía bien
-Snape lo pensó por unos segundos, proteger a su ahijada o ir a salvar a aquella mujer que lo tenía completamente loco.. Salvar a la hija de la rubia, esa rubia que fue su mejor amiga y salvación en sus años en Hogwarts, la Hufflepuff mas amable y la que no lo juzgaba, la que lo salvaba de aquellos idiotas o... Ir a salvar a la pelirroja, de la que se enamoro completamente, la que.. Dejaba que los merodeadores lo molestara..
-Cuidate.. Cuidate como cuidarias a Yún y como me cuidarias a mí - miro como en el rostro de la rubia se formaba una sonrisa y le entregaba a la bebe de cabellos rojizos envuelta en su manta de tonos suaves
-Tratare de hacerlo, pero tu cuidala ahora por mi -cubrió su cabeza con la capucha y se alejo desapareciendo entre la densa niebla que los rodeaba, el pelinegro entro a su casa cargando entré sus brazos a la pequeña pelirroja
-se acerco al sofá para dejar a la pequeña y así poder ir en busca de amada pero un llanto lo detuvo cuando estaba por cruzar la puerta, sin rechistar se acerco a la bebe cargando la y por fin pudo ver aquellos enormes ojos color gris y largas pestañas
-Quien lo diría, eres una mezcla de tus padres -sonrió y acurruco a la bebe mientras se sentaba -Es hora de que duermas pequeña- sonrió y acarició sus cabellos para luego reir -Yún Péngsōng tu madre si que tiene una gran creatividad, siempre a sido así -besa la frente de la bebe al notar que había quedado dormida -Bien ya es hora, tengo que irme -recosto a la bebe en la en su cama colocando alrededor una barrera de almohadas para evitar que cayera
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-Yún! Donde estas?! -grito un azabeche mientras recogía los juguetes que se atravesaban en su camino -Yún? -soltó un leve suspiro al ver a la pelirroja en su cama.. Como la había dejado antes -Por salazar pequeña, vas a caerte -se acerco y cargo a la pelirroja la cuál empezo a llorar -Agh mi cabeza..
-Quieres ayuda? -en la puerta de la habitación se encontraba una castaña con la mitad del cabello rubio cargando a un pequeño rubio
-Si por favor -sonrió aliviado al ver como la bicolor le entregaba al rubio y cargaba a la pelirroja -Me has salvado -la pequeña dejo de llorar y río acariciando los cabellos rubios y castaños
-Sabía que necesitabas mi ayuda, aun tienes mucho que aprender de los bebes -sonrió mientras acurrucaba a la bebe
-Tu también eres madre primeriza no se que me puedes enseñar -hablo indignado el azabache
-Pero yo ya estaba preparada para ser mamá en cambio tu.. -paro de hablar al ber como su amigo desviaba la mirada -Ella estaría orgullosa de ver como cuidas a Yún eso te lo aseguro - se acerco recostando a la pequeña niña en la cama y volvió a cargar a su hijo rubio
-Gracias.. Enserio no sabría que hacer sin tu ayuda -sonrió y se acerco a la pelirroja cubriendo la con una manta delgada de patrón amarillo y negro
-No agradezcas, es un placer ayudarte y mas si se trata de ella -la bicolor recosto a su pequeño rubio al lado de la pelirroja y luego se sentó junto a su amiga
-Has sabido algo sobre.. Ya sabes quien?
-Hablas de Harry? Nada, solo lo típico, la historia del niño que vivió
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