Rusia | Chechenia.

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[TW: Contenido explícito]


Estaba en el suelo, peleando como un animal salvaje con el checheno.   

  El ruso tenía varias heridas, el checheno también, las armas habían abandonado el combate uno con uno hace tiempo y ahora solo eran golpes a puño limpio, rompiéndole la nariz al otro, el labio, sacándole algún que otro diente, también en la pelea estaban presente uñas y mordidas, desesperadas por dañar al contrario. 

 Terminaron de rodar por aquel lodoso suelo, quedando el eslavo ahora encima del islámico, golpeándolo con toda la fuerza que quedaba, estaba impotente, perdido en su propia rabia, dejaba salir gruñidos y quejidos al mismo tiempo que lanzaba golpes e inmovilizaba al de menor altura. 

━ Проклятый! Сволочь! Ублюдок сукин сын! ━ Insultaba con todo el aire que le permitía sus pulmones. 

 Estaba cansado de la lucha, se había extendido por bastante tiempo ya, apenas tres años de descanso entre La Primera Guerra Chechena y la Segunda. Podría romper en llanto en ese momento gracias a todo lo que tuvo que observar con sus propios ojos.

Tres años, tan solo tres tristes años habían pasado desde la muerte de su padre y ya tenía que lidiar con un conflicto, aunque también en Moscú hubieron bastante problemas gracias a la caída de la Unión Soviética. 

 Seguía siendo joven, seguía siendo como un niño, pero la guerra lo obligó a crecer. Lo obligaron a entrar en el ejército para luchar por si mismo, literalmente, él era el país, ¿Por qué debía de estar llenándose de barro en la primera línea de batalla? 

 La respuesta que recibió fue simple, solo un país podría hacerle frente a aquella república rebelde, que también luchaba en su bando, tenía que ponerlo en su lugar en pocas palabras, eso es lo que le tocaba. 

 Ya había cambiado de batallón muchas veces al ver como uno tras otro eran aniquilados, por completo, jóvenes contra señores de la guerra, ¿Qué pensaban que pasaría? ¿Algún milagro? Ni siquiera los instruían, era un sin sentido para el eslavo, no lo entendía.

Los más veteranos abusaban física y psicológicamente de los nuevos enlistados, desertar era bastante común para los que tenían la más mínima oportunidad de hacerlo, el grado de corrupción entre rangos altos era bastante, el alcoholismo era un problema, todo estaba mal, se veía de lejos que sería una carnicería para los que menos experiencia tenían. 

 Al euroasiático le afectó todo esto, no era agredido solo por ser el mismo país en hueso y carne, aunque a veces lo llegaban a amenazar por culpa de Yeltsin, el presidente, pero lo más común que sucedía era él presenciando como molían a golpes a jóvenes nuevos. 

 Eran humillados, golpeados, insultados y denigrados, la única manera de ''salvarse'' era desertar o conseguirse a un veterano, alguien que ya había estado tiempo en el ejército, que estuviera dispuesto a protegerlo solo con la condición de ser el único que lo maltrate. 

 El punto más bajo que pudo presenciar fue el ver como su anterior batallón llegaba en un avión a la pista de aterrizaje, donde ahora se encontraba. Pero no venían enteros, venían en sucias bolsas negras, uno sobre otro tirados sobre el asfalto para después ser llevados a una tienda de campaña a unos pies de distancia, ahí los identificaban y a veces se escuchaban llantos de madres destrozadas. 

 Esto se multiplicó por cien después de un tiempo, ahora no solo era un solo batallón, eran una docena, jóvenes con futuro reducidos a simples cuerpos dentro de bolsas que eran desechados al ya no poder servir en la lucha.

 No lo podía soportar, el daño que le estaba provocando toda la situación, escuchar todas las noches palizas justo al lado de su oído, tener que oler la muerte tan de cerca, lo llevó a caer como tantos otros en el alcohol, era su única salida.

 Pero no fue tan fácil al estar en primera línea de batalla, tal vez en el cuartel, pero en ese lugar tan alejado de la civilización no, los de mayor rango se afanaban todo lo comestible, dejando casi sin nada a los soldados.

[ ... ]

Fue espectador de lo peor de la humanidad, podía ver en primera fila como los chej* tomaban a jóvenes soldados que habían secuestrado y los ejecutaban fuera del edificio donde se encontraban, los torturaban, le cortaban el estómago, les sacaban las uñas, los decapitaban. Era una barbarie medieval.

 Muchas veces había conocido a los que secuestraban y después ejecutaban. Encontraban algunas veces cuerpos mutilados en sótanos desolados con frases escritas en la pared de al lado, con la misma sangre del cuerpo, a veces con sus mismos intestinos, era horrible.

 El alcohol era una necesidad a este punto, deseaba tanto ser el insensible sin corazón que todos pensaban que era, y que también pensaban que era su padre, eso sería mejor, eso sería que toda esa carnicería sea más llevadera. 

 Había noches en las que simplemente lloraba desconsoladamente en su tienda de campaña, deseando por ser consolado por su padre, lo extrañaba, se consideraba un débil.

[ ... ] 

 Y por eso ahora se encontraba descargando todo sobre el checheno, todo su sufrimiento, toda su rabia, toda su impotencia, le estaba destrozando la cara a golpes, los cuales solo se hacían más fuertes. 

 No paró ni cuando sintió como el otro dejó de pelear, continuó por un rato más hasta cansarse, hasta simplemente golpear su pecho mientras que lloraba de frustración, gritando hasta que le doliera la garganta. 

 Cuando ya estuvo quieto miró al que se encontraba debajo suyo, inmóvil, sangrando por todo su rostro. Dirigió su atención a sus manos llenas de la sangre ajena, con los nudillos destrozados, ¿Había acabado? ¿Había logrado su objetivo? ¿Había vencido? No le importaba, no le importaba si había ganado, quería irse de vuelta a casa y encontrar ahí a su progenitor, quería volver a ser un niño. 

 Se quedó llorando desconsoladamente aún encima del checheno, pasándose las manos por el rostro mientras respiraba dificultosamente, no sería la última vez que tendría que pelear contra alguien.

 Un rato después soldados rusos llegaron a su posición y se lo llevaron a rastras, opuso resistencia pero después desistió y se dejó, estaba cansado de pelear. No volvió a ser igual.



*Chej: Forma en la que se referían a los chechenos.

One-shots (Countryhumans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora