T/N Hiwatashi, luego de dejar la meta de entrenadora Pokémon, decide volver a Japón,en el cual los Pokémon son reemplazados por famosos "animales". Rumbo a su ciudad natal, Tokyo, junto a sus compañeros Pokémon. Donde se encuentra con una gran sorpr...
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En lo profundo de un bosque se encontraba lo que parecía ser una niña de no más de 12 años de edad cavando dos agujeros. Al parecer se dedicaba a cavar dos tumbas.
Al terminar de cavar los dos agujeros la pequeña volteó la mirada hacia dos cadáveres que estaban a su lado. Estos se encontraban cubiertos por una fina sábana blanca.
Ya teniendo los agujeros listos, empezó a llevarlos hacia sus tumbas. Pero claro, no tener la suficiente fuerza para levantarlos tuvo que arrastrarlos. Y con cada cadáver en su lugar empezó a cubrirlos con el resto de la tierra, hasta que solo se observar dos montículos de tierra con un pequeña cruz que entre medio que los separaba.
La pequeña solo se arrodilló para después recitar una pequeña oración mientras un par de lágrimas se le escapaban de sus hermosos ojos azules.
Para cualquiera que observará la escena, le parecería sumamente triste y sentiría pena por ella, al ser aún una niña en pleno desarrollo. Pero para ella eso era algo que tendría que pasar tarde o temprano, después de todo los humanos no eran inmortales y ella lo tenía más que claro.
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Narra T/N
Ya habían pasado un par de semanas desde la muerte de mis padres. Estos últimos días han venido muchas personas buscando a mis padres, amigos, compañeros de trabajo y hasta vecinos que viven cerca de aquí. Les conté a cada uno de ellos que padres habían contraído una enfermedad que a los días resulto ser mortal. Obviamente no podía decirles que yo había llegado hacé algunos días y que al entrar ellos ya se encontraban totalmente masacrados y con algunos miembros del cuerpo faltantes.
Creo que lo más difícil para mí en estás semanas fue enterrar a mis padres y limpiar la casa, si, tuve que limpiar la casa por que si no, no tendría donde quedarme. Además de que obtuve muchas quemaduras al tratar de cocinar, realmente jamás aprendí como hacerlo, pero no me iba a morir de hambre solo por que estaba deprimida. Eso no es lo que mis padres hubieran querido para mí. Y mucho menos podría dejar a mi Pokémon a su suerte.
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