MI SECRETO

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Así como el primer día, a la tarde siguiente y a la siguiente y a la posterior a esa, Yokozawa seguía monitoreándolo. Le parecía una situación extraña pero no se atrevía a preguntar nada pues sabía que ese nuevo médico no le daría las respuestas que necesitaba. ¿Cómo Takano podría considerar amigo a un tipo tan amargado como ese? Al parecer algunas cosas en la vida son realmente misteriosas.

--Será mejor que no te encariñes con él-- le había dicho Yokozawa una vez, quizás dándole a entender que Takano ya no podría hacerse cargo de él.

Le causaba mucha tristeza pensar que ya no podría ver a Takano, pero si realmente las cosas eran así, hablaría con Isaka-san para cambiar de médico, pues por muy amigo que Takano considere a Yokozawa, él no lo aguantaba y no estaba dispuesto a tolerar su mal genio por mucho tiempo más.

.

Un día antes de su operación, Onodera Ritsu se encontraba nervioso. Sabía que las cirugías siempre tenían un margen de riesgo y eso lo ponía tenso. El hecho de saber que Takano era su médico lo hizo tranquilizarse, ya que se sentía en mucha más confianza al dejar todo el procedimiento en sus manos, pero ahora, luego de casi una semana bajo el cuidado de Yokozawa imaginaba que sería él quien llevaría a cabo la operación y no se sentía cómodo con aquello.

Puede que Takano esté ocupado, pero quizás podría tener algo de tiempo para charlar un rato... porque eran amigos, ¿no? Si tan solo pudiera caminar e ir a buscar a Takano...

Y hablando del rey de Roma, ahí estaba él, asomando la cabeza.

--¿Puedo pasar?

--C-claro...-- verlo lo tomó por sorpresa. No imaginó que luego de tantos días de ausencia aparecería, así como si nada. En el fondo lo agradecía, porque eso quería decir que ya no tendría que ver al oso gruñón.

--Quiero conversar contigo.

Oh, no. Ese tono de voz solo podía indicar cosas no muy buenas. ¿Es que acaso le diría que lo dejaría para siempre en manos de Yokozawa? ¿Acaso estaba molesto y le gritaría por haber espiado su conversación privada? Oh, rayos... todos los pensamientos acerca de Takano y sus dudas volvieron a su cabeza y lo hicieron sentir aún más nervioso.

--Eh.. s-sí, claro. ¿Su-sucedió algo?

--Primero quería pedirte disculpas por dejarte así de improviso. Sé que somos amigos y debí comentarte que Yokozawa vendría en mi lugar. Segundo...-- el castaño vio cómo el volumen de voz del médico fue disminuyendo --lo que viste el otro día fue...

--¡No! Takano, n-no tienes que darme explicaciones. Soy yo el que tiene que disculparse por haberme inmiscuido en algo... privado.

El ambiente se había vuelto tenso y un silencio sepulcral reinó por unos segundos que parecieron eternos.

--Escucha-- Takano se acercó un poco más a la cama pero no lo suficiente como el ocasiones anteriores. Por alguna razón sentía que quizás las cosas podrían cambiar entre él y Ritsu, y de ser así, prefería mantener distancia para evitar que el castaño se incomodara con su presencia. --Sé que quizás no estés familiarizado con este tipo de vida pero... algunos hombres tenemos... gustos distintos.

--L-lo sé, lo entiendo, pero de verdad, no tienes que explicarme algo tan personal si no quieres.

--Es que sí quiero. Quiero explicarte porque... somos amigos, ¿no? Eso hacen los amigos. Aclaran las cosas.

--Está bien-- aceptó. Era mejor así. Ritsu realmente deseaba hablarlo con él, pero no quería forzar nada que pudiera incomodarlo. Ahora, si Takano quería hacerlo voluntariamente, él estaría dispuesto a escucharlo.

--Desde muy joven descubrí que nunca me interesaron las mujeres. A pesar de que tuve muchas oportunidades en las que pude haber salido con alguna, nunca hice el intento porque sentí que ni siquiera valía la pena. Cuando fui creciendo entendí con más claridad mi aversión hacia cualquier interés romántico en mujeres y simplemente acepté mi realidad tal y como era.

--¿Eso quiere decir que todos lo saben?

--No. De cierta forma, no es que niegue quien soy; simplemente que la gente no suele asumirlo al conocerme. No ando gritándolo a los cuatro vientos, pero tampoco me escondo. Lo que sí intento es mantener al margen mi vida privada de mi trabajo.

--Entonces el hombre de aquella vez...

--Ese hombre que viste el otro día se llama Haitani. Es un sujeto con el que salí por un tiempo. La verdad es que ni siquiera es mi tipo, pero acepté salir con él porque me sentía solo. Él buscaba pasar el rato y yo necesitaba algo de compañía, y así, sin pensarlo mucho, llegamos a tener un tipo de relación.

--Hasta que él te engañó...

--Qué buen oído tienes. Creo que en tu otra vida fuiste enfermera. A ellas les encanta el chisme-- rió haciendo enfadar al castaño. --Pero sí. Se suponía que ya éramos pareja, así que lo mínimo que se espera es que te respeten, ¿no crees?

--¿Y cómo te enteraste que te engañaba?

--Los encontré juntos en la cama-- Onodera se llevó una mano a la boca de forma inconsciente debido a la sorpresa que le causó. Takano pensó que realmente era como ver a una de esas enfermeras mientras cuchicheaban durante el refrigerio --Él y yo habíamos quedado en vernos en su departamento luego de acabar mi turno, pero surgió una emergencia y tuve que cancelar los planes. Como de todas maneras salí algo temprano decidí ir a su casa. Haitani me había dado una copia de sus llaves, así que entré directamente y los encontré en la habitación. Creo que no necesito explicarte qué estaban haciendo.

--No, sí, ya. Entiendo-- se ruborizó --Pe-pero entonces... ¿sí lo querías solo que te falló y por eso terminaste con él?

--No en realidad. Tal y como se lo dije ese día en que vino por última vez, yo ya planeaba dejarlo, de hecho si iba a su departamento era para terminar con él, porque no le veía sentido seguir con alguien por quien no sentía nada. No voy a negar que me sentí mal al saber que ni siquiera me respetaba, porque aunque no estuviera enamorado, yo nunca le fallé. Al menos agradezco no haberme ilusionado con alguien como él.

--Wow... qué historia la tuya... pero al parecer Haitani siguió buscándote, ¿no?

--Lo ha hecho varias veces, pero algo me dice que esta será la última vez.

--Me imagino. Supongo que se lo debes a Yokozawa, ¿no?

--Sí, él es un buen amigo. Es el único aquí que conoce ese lado mío... hasta ahora-- dijo mirándolo.

--Gracias por el honor-- sonrió --aunque, ¿puedo preguntarte algo?

--Claro.

--¿Realmente Yokozawa es tan buen amigo?

--Ciertamente lo es.

A la mente de Onodera llegaron todos los recuerdos del médico. Ese rostro agestado, el ceño siempre fruncido, su voz cortante y su actitud déspota.

--Sí... bueno... si tú lo dices...-- intentó forzar una sonrisa creando en su lugar una mueca algo torcida --...porque a mí no me agrada.

Takano rió sonoramente conociendo el temperamento de su amigo y colega; aunque también imaginó que la actitud de Yokozawa hacia Ritsu se debía a que él era el único a quien le había contado acerca de los nuevos sentimientos que el muchacho estaba causando en sí mismo.

26/08/21

¡Hola a todos! ^^

Aquí estoy otra vez, trayéndoles un nuevo capítulo 😊

Takano le confió su secreto a Ritsu y... quizás esto los acerque un poco más de lo que creen...

Nos leemos pronto, queridos lectores. Les mando un beso y un fuerte abrazo a la distancia 💙

Los quiero 💌

GRACIAS A TI -yaoi-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora