Recuerdo el primer día que hablamos, las sonrisas que me sacaste a través de una pantalla son incontables, y te doy las gracias por ello. Tengo tantos recuerdos grabados en mi mente, todos con tu nombre. Cuando hablábamos el mundo se paraba, pensaba que era la persona más feliz del mundo, lo feliz que me hacías no lo conseguía nadie, quedarme hasta las tantas hablando contigo era la mejor sensación del mundo, decían que lo bueno no dura, pues no se equivocaban. Me sacaste sonrisas, pero también lágrimas, cuando te fuiste sentí un vacío en mi interior.
Las sonrisas desaparecieron. ¿Cómo pueden cambiar tanto las cosas de un segundo a otro? No me lo creí, deje pasar los días por sí volvías, pero no, te habías ido definitivamente, sin explicaciones, sin despedirte, simplemente te fuiste. Ahora tu eres feliz, me has sustituido en menos tiempo de lo que esperaba. ¿Cómo pudiste
olvidar tan rápido? Los recuerdos forman parte de mi día a día, arrastro recuerdos como cadenas.