LIBRÓ UNO:
Wei Ying es una mujer de veintitantos años que decidió mudarse de una pequeña cuidad a una gran cuidad.
habiéndo soportado el dolor y la perdida, está más que lista para empezar una nueva vida. Pero, ¿qué pasará cuándo un hombre guapo y m...
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Lan Wangji:
Sabía que empujé a Wei Ying demasiado lejos cuando descubrió las implicaciones de su 'llamada telefónica' en casa.
Nadie la buscaría y nadie le creería. Ella comenzó a balancearse y luché contra la necesidad de extender la mano y calmarla o consolarla, sabía que si la tocaba la enviaría al límite.
Ella me miró como si estuviera tratando de resolver un problema de matemáticas, luego para mi horror; sus ojos rodaron hacia la parte posterior de su cabeza y se derrumbó.
"Oh no" la atrapé antes de que pudiera caer al suelo.
"¿Wei Ying? ¿Puedes oírme?" Le pregunté sacudiéndola suavemente, ella no respondió.
Dejé escapar un suspiro de dolor cuando la levanté en mis brazos y la llevé de regreso a mi habitación.
Qué voy a hacer contigo , pensé mientras la ponía con cuidado en la cama.
No podía apartar mis ojos de ella, incluso con el rostro pálido y el cabello rebelde; ella era impresionante.
Sentí una punzada de culpa por cómo la había tratado.
En una mañana la había asustado, amenazado y maldecido. Me estremecí al recordar la mirada que me dio.
Me sorprendería que no pensara que soy un demonio enviado desde su propio infierno personal para atormentarla.
El grito ahogado de Na Ying en la puerta rompió mi línea de pensamientos: "¿Qué pasó?" preguntó corriendo a su lado.
Incluso tenía a Na Ying envuelta alrededor de su dedo; De alguna manera me llegó la voz de mingjue, ella es algo extraordinaria, ¿no es así?
“Nada, ella solo se desmayó” dije sorprendido de lo tensa que sonaba mi voz.
"¿Qué hiciste?" Preguntó ella, acusandome con sus ojos marrones.
Me encogí de hombros. Volviendo mi mirada hacia Wei Ying.
No podía negar que había causado esta confusión. Podía sentir la mirada de Na Ying en mi rostro, pero seguí mirando a la mujer en la cama.
Mi expresión debe haberle dicho algo porque suspiró, "Te preocupas por ella, ¿no?" preguntó ella suavemente.
No entendí lo que estaba insinuando.
"Sí, bueno, no quiero que la CIA me critique si le da un ataque al corazón", dije confundido.
"No, no es eso", negó con la cabeza. "Te conozco, Wangji, has hecho esto antes. Nunca has mirado a la última mujer como miras a esta chica ”.
