En donde Lily Evans no sabe que más hacer para que su mejor amiga por fin se dé cuenta de su giran enamoramiento hacia ella.
Con la pequeña gran ayuda de Mary comienza a enviar cartas anónimas a su enamorada, cartas que tal vez lleven a algo más que...
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⊱·— 𝄒 ¡hey chica celosa! 𝄒
Marlene caminaba a pasos rápidos, buscaba a Mary, necesitaba hablar con ella sobre ese pergamino de amor hacia su mejor amiga enviado desde la lechuza de su novia, no sabía bien donde buscar, pero era más probable encontrarlas en la biblioteca que en algún pasillo o en algún lugar distinto, y sabía que la biblioteca era en donde ambas chicas pasaban el tiempo casi siempre.
Marlene estaba por entrar a la biblioteca, pero vio como Lily y Mary salían de allí, así que rápidamente fue donde ellas.
— necesitamos hablar - hablo Marlene mientras que se paraba al frente de ambas chicas.
— no me piensas terminar, ¿verdad?— pregunto confundida Mary.
— no tonta, solo necesito preguntar algo que paso hace unos momentos - Marlene agarro a ambas de la mano y se dirigió hacia un costado de la biblioteca, ya que donde estaban interrumpían el paso a los estudiantes. — miren, ahora estábamos ＿＿＿ y yo en la habitación y de la nada una hermosa lechuza blanca llego con un pergamino lleno de confesiones y asegurando que pronto enviarían más, ahora me pregunto el porqué la lechuza de mi novia era quien traía ese pergamino.
— no que nadie sospecharía - Lily le dio un leve golpe a Mary.
— se supone, pero creo que olvidé el pequeño detalle de que Marlene sí sospecha de todo - Mary, río nerviosa.
— y también sé que todo esto está relacionado con Lily, es decir, quien más escribiría algo de esa manera expresándose así.
— bueno, solo cállate y no digas nada, ahora esto es un secreto de tres - susurro Lily para que nadie escuchará, pues, era algo miedosa con ese tema y sentía que en algún momento alguien escucharía y lo diría a todos.
— no negaré que es una buena idea, pero, ¿por qué no solo te confiesas a ella sin tanto rodeo? - pregunto Marlene mirando a la chica que no paraba de tocar su cabello de los nervios que tenía.
— porque prefiero recibir una maldición a ser valiente - murmuró Lily sin mirarla.
— ya Marlene déjala de molestar - defendió Mary haciendo que Marlene le mirara y dejara de sonreír burlonamente.
Marlene era gran fanática de burlarse de Lily y más cuando se trataba de su amor secreto, ya que sabía como era y le encantaba saber que Lily se volvía tan nerviosa al punto de quedarse sin que decir.
