Una pequeña de melena negra trataba de seguir las pautas que le dictaba su padre. La adorable hija del matrimonio Choi decidió aprender taekwondo, basándose en los conocimientos de su progenitor.
-Muy bien cariño, lo estás haciendo muy bien -respondía el mayor en defensa a los movimientos de su retoño. Lo que menos se esperaba San era recibir una patada en su pierna derecha por parte de su bebé.
Al ser un padre para nada dramático, agonizaba en el suelo fingiendo molestia alguna en su buena musculatura.
-¡Papi! -la menor se subió con cuidado encima de su adorado progenitor.
-Ahora no podrás escapar de mis garras -el Choi mayor picó el diminuto abdomen de la niña para provocarle cosquillas.
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♡ SONG MINGI ♡
Un pequeño niño de apenas casi dos años, ayuda a su progenitor a bañar a su hermanito recién nacido. Mingi pasaba lentamente el agua tibia por la diminuta cabeza del más pequeño de la casa, para quitarle los restos de jabón de sus finas hebras de cabellos.
-Así es como tienes que cuidar a tu hermanito -el pequeño pelinegro observaba con adoración como su padre enrollaba en una toalla a su dongsae. Song caminó de la mano de su hijo mayor, con cuidado de no dejar caer al nene al suelo.
Se ubicó frente al bonito cambiador de color blanco, y dejó con cautela el pequeño cuerpo del menor. Con máximo cuidado y amor terminó de secar su cuerpecito. Subió en brazos a su retoño mayor y vertió una generosa cantidad de leche corporal en sus manitas.
-Campeón, ahora tienes que esparcir la crema con delicadeza en la carita de Dong-Min -el niño asintió e hizo lo que le dijo exactamente su padre. El escritor no podía estar más feliz de ver esa bonita escena.
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♡ JUNG WOOYOUNG ♡
-¡Mira papi! -gritó el pequeño pelinegro intentando llamar la atención de su padre. La pareja había salido esta tarde con su hijo por uno de los tantos centros comerciales de la capital surcoreana. El pequeño de los Jung correteaba entretenido delante de sus progenitores, admirando los coloridos escaparates de las tiendas.
-¡Mamá ven! -la manita del niño jalaba con insistencia la falda de Jisoo. La mujer cargó en brazos al menor, y caminó hasta llegar a la tierna tienda de dulces a la que quería entrar. Wooyoung en ese momento aprovechó la distracción de sus dos personas favoritas.
Se encaminó hasta llegar a una pequeña juguetería, la cual parecía bastante acogedora.
-Buenas tardes -se inclinó levemente en forma de saludo hacia la señora que se encontraba detrás del mostrador.
-¿Estás buscando algo en especial? -Jung se acercó hipnotizado hacia una figura de un soldadito.
-Me lo llevo -señaló al juguete.
El pequeño Hansol saltó a los brazos de su padre, el niño adoraba a su progenitor.
-Tengo un regalo para ti -le acercó la figura al pequeño, la carita del menor se llenó de felicidad, amaba a su padre.
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♡ CHOI JONGHO ♡
El pobre abogado estaba muy nervioso, su mujer estaba embarazada por segunda vez, pero cada día le faltaba menos para dar a luz, cosa que lo ponía bastante ansioso.
-Daesung, vete a lavarte los dientes -ordenó Areum, ya era la hora de dormir para el hijo mayor de los Choi.
-Ya voy mamá-el niño corrió hacia el baño.
-Nonna, deberías descansar, estás en la recta final del embarazo -Ho regañó a la embarazada por ponerse a preparar la cena y recoger después la mesa.
-Jisung quiere que sí madre esté ocupada hasta el día de su nacimiento -replicó la mayor acariciando su vientre.
-Pero aunque no pueda comer todos los días con vosotros, puedo ayudarte con la casa -la carita de cachorrito que tenía el menor era adorable.
-Mami, ya estoy -el infante sonrió saliendo del baño, mostrando sus diminutos dientes color perla.
-Bebé, dile a papá que te lleve él a la cama, mami está muy cansada -la mujer acarició el azabache cabello del niño.
-Hasta mañana mamá -le tiró un dulce beso a la mayor, causándole un vuelvo al corazón.
-Hasta mañana Jisungie -dejó un pequeño besito en el redondo vientre de su progenitora, morirían de ternura gracias a su pequeño.
-Vamos Sungie -el hombre agarró la manita del infante mientras caminaban los dos juntos a la habitación.
-Papá -llamó el niño a la vez que era arropado por el abogado.
-Dime pequeño -el adulto se sentó al lado de su hijo.
-¿Me vais a dejar por Jisung? -el Choi mayor sintió su corazón romperse en mil pedazos.
-Claro que no bebé, ambos seréis iguales para nosotros, os amaremos por igual -respondió acariciando la abultada mejilla de Daesung.
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