Prólogo

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Rayos de sol, aquellos que traen la luz y son el símbolo del amanecer, encargados de apartar las sombras y dar paso a su luz, aunque para el joven acostado de lado simplemente eran un símbolo de molestia.

Empezó a moverse para despertar ya que no quería encontrase en problemas con sir Drew, el caballero del cual era escudero, su cabello rubio estaba desordenado por la larga siesta que había tenido.

Levantándose de la cama de paja en la cual estaba acostado se estiro un poco, se sacudió un poco los ojos para alejar el sueño que aún habitaba en su cansado cuerpo, camino hacia un costado de la pequeña habitación y tomó una camisa vieja que usaba como último recuerdo de su hermano y madre, puesto que era lo único único había quedado tras un ataque de bandidos, eso y un poco de comida con la cual se alimento hasta que los Caballeros lo encontraron.

El era el segundo hijo de un caballero el cual sirvió bajo el rey Uther Pendragon, aunque su padre había muerto en combate cuando el apenas era un bebe por lo que no tenía recuerdos sobre el hombre, el vivió hasta los 8 años con su madre y hermano, su vida no fue mejor a la media pero gracias a la pequeña riqueza que había poseído su padre en sus años de servicio su familia no tenía que preocuparse demasiado por el dinero, su madre había trabajado en una de las tiendas de frutas del pueblo en el que había residido, pero gracias a un ataque de bandidos al pueblo su familia había sido asesinada y saqueada junto a todo el pueblo.

Solo se había salvado debido a que había ido a jugar al bosque, unos días después del incidente fue encontrado por algunos caballeros que llegaron a inspeccionar la zona tras lo acontecido, debido a que uno de ellos fue amigo de su fallecido padre decidió hacerlo su escudero, este fue nada más y nada menos que sir Drew, ya hacia 3 años de aquello.

Tomando su espada de madera el salio de la habitación, al cerrar la puerta fue caminando tranquilo por el corto pasillo hasta llegar a las escaleras, al bajar se encontró que el comedor estaba vacío, luego recordó que sir drew estaría unos días fuera debido a que fue hacia la casa de un noble, si recordaba bien era el señor de las tierras donde estaba el pueblo donde el se quedaba con sir Drew.

Fue y se sentó en la mesa mientras tomó 3 barras de pan, comió en silencio para al terminar marcharse de la casa, si sir Drew no estaba presente el entrenaba en el bosque en lugar de con el caballero.

Cuando cruzó por el pueblo fue saludado por unos niños almenos 6 años menor que el, por lo que devolvió el gesto mientras sonreía, los Caballeros eran respetados en todos los pueblos debido a la protección que les brindaban y por ser unas figuras importantes ante los señores y el rey, por lo que los escuderos, los cuales eran aspirantes a caballeros en algún futuro por lo que los adultos los trataban bien para ganarse puntos con futuros caballeros y los niños porque pensaban que eran impresionantes.

El sería un gran caballero para honrar a su familia y evitar que más chicos tuvieran que cargar con el peso de ver los cadáveres de su familia.

//MÁS TARDE//

Ya en el bosque el joven estaba entrenando de forma continua y rigurosa, golpeando un árbol grueso y alto con su espada de madera, si bien sus golpes eran fuertes no usaba toda su fuerza ya que sabía que partiría su arma si chocaba contra el duro árbol, y sin duda sabia lo duro que era, tenía 1 año entero entrenando con aquel árbol y no parecía haber logrado nada ya que las marcas de golpes apenas y se notaban.

Si no fuera porque su hermano le había dicho que las cosas mágicas no eran comunes y estaban lejos del contacto humano pensaría que el árbol era mágico o algo por el estilo.

Suspirando agotado se recostó en el Árbol mientras su espada de madera estaba a su lado, ya habían pasado unas horas desde que había empezado a entrenar y debido al calor parecía ser alrededor del medio día.

Fate: Despair of MorganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora