Capítulo 1

791 38 13
                                    

Arco 1: Raíces parte 1

Con una molestia jaqueca se levantó de la cama más cómoda que había usado en toda su vida, la almohada parecía una nube del cielo la cual usaron para que el pudiera recostarse en ella.

Molesto por abandonar la comodidad y más por la jaqueca infernal, el salto de la cama literalmente y con la mirada busco a su maestro, al verlo acostado en la cama de al lado y que no había un solo rayo de sol, le hicieron saber cuan temprano se levantó.

Con una pequeña sonrisa de maldad formándose en su rostro el tomo su espada de madera, posicionándose con pies firmes y la espada agarrada con sus 2 manos en el mango mientras el arma de práctica yacía sobre su cabeza, oh el disfrutaría su venganza y mucho, estaba apuntando directamente hacia la cara de su maestro ya que si lograba que también tuviera jaqueca al despertar su venganza sería mucho más dulce.

-Dios te hizo mi maestro, y el diablo te volvió mi enemigo querido sir Drew, ahora, es mi turno de atacar- bajando su espada con una rapidez la cual haría que hasta caballeros expertos sudaran de nervios de poder esquivar el ataque y más en aquella posición y sin tener idea de las intenciones enemigas.

El viento se abrió paso a su arma que cada vez estaba más cerca del dormido sir Drew, la sonrisa malvada del niño creció un poco más con cada centímetro que se acercaba para que el impacto se produjera.

Pero desgraciadamente sir Drew era un hombre que aparte de fuerte, tenía suerte, y vaya suerte para ponerse de lado a dormir cuando justo la espada de madera cayó, a centímetros de su rostro pero el joven no tendría nada de eso, atacó nuevamente con más ferocidad mientras su sonrisa se volvió un ceño fruncido.

Lanzó un golpe hacia su mano, la llevó bajo su cabeza, un ataque a la pierna fuera de la cama, la doblo para mayor comodidad, un tajo descendente con dirección a su cráneo, el hombre se giro nuevamente, 5 minutos luego pasaron de puros intentos de venganza fallidos gracias a la suerte más injusta con la que el joven se había encontrado.

Pequeños rayos de luz se aproximaban débilmente, quedaba poco para que sir Drew se levante, estaba obligado a hacer aquello, si no podría golpearlo por su suerte, la usaría en su contra, posicionándose entre sus piernas apunto su espada a la zona prohibida para atacar, cualquier hombre que pensara siquiera en golpear aquel lugar desprotegido de un amigo o enemigo estaría tirando su honor de lado, pero el aún no era un hombre, su sonrisa volvió débilmente, el ataque fue rápido, un tajo descendente hacia las nueces de su maestro, y no espero mucho para que la suerte loca hiciera efecto, el cuerpo de sir Drew se estiro hacia arriba haciendo que el golpe pasara unos centímetros cerca de lo que sería un duro despertar, pero, había logrado su cometido, pues el golpe que el hombre se dio con el marco de la cama valió cada intento suyo.

3 horas después se veía a sir Drew en el campo de entrenamiento, el joven estaba lleno de rasguños por todo su cuerpo ya que sir Drew tampoco era alguien para estar empate en su guerra de bromas.

El chico se veía cansado de bloquear golpes tan fuerte para partir árboles, y no era para menos, también estaba el hecho que la diferencia entre los ataques era de sólo unos pocos segundos.

Sir Drew giro la cabeza y señaló a una dirección y procedió a decir -oye esa no es la chica de ayer?- con su curiosidad jugando le en contra el volteó.

Había caído en su trampa.

-¡ESQUIVAR!-

Fue el grito que escucho antes de que un puñetazo se estrellara contra su rostro y lo empujará almenos 7 pies en el piso.

-Jajajaja pensaste que podrías contra las estrategias milenarias del gran sir Drew niño, no hay guerrero vivo el cual haya vencido mis habilidades- con altanería se burló de su pupilo el cual tenia un cachete inflamado por el golpe.

Fate: Despair of MorganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora