Capítulo 2.

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Comenzaban los preparativos para la reunión de las grandes casas, los jóvenes ya habían sido invitados a demostrar sus habilidades en batalla, el pueblo entero tenía esperanzas de que el príncipe Andrómeda, quien pronto sería el nuevo rey, fuera uno mejor del que su padre.

Era mediodía y la actividad en el mercado era mucho mayor a la de otros días, la reina había dado su paseo habitual, pero ésta vez había de volver al castillo y acompañar a las damas de la corte en almuerzos y reuniones que no servían de nada más que para quejarse de sus esposos y algunas de ellas se burlaban de la situación de sus pueblos, cosa que la reina Mira no soportaba, que ella no pudiese ayudar demasiado a su pueblo no quería decir que iba a burlarse de los pobres y sus carencias, sin embargo, debía mostrarse fría frente a esas horribles mujeres, que no eran más que unas incompetentes y caprichosas.

El príncipe se encontraba junto a Dmitry Románov y Elara Dessalines, observando a los jóvenes de Danaus entrenar para más tarde mostrar sus habilidades, pero la atención de Andrew se encontraba sobre una chica en específico, ignorando a la noble que tenía a un lado y se esforzaba en llamar su atención. Observaba a una chica pelirroja, de piel blanca, que parecía demasiado concentrada en derribar al chico con el que se enfrentaba, hubo un grito eufórico por parte de los chicos a su alrededor cuando la chica derribó a su rival y lo tenía sometido con una espada amenazando su garganta, desde su lugar, el príncipe notaba su respiración agitada y su sonrisa victoriosa y algo arrogante, ella se levantó y ayudó al perdedor a levantarse.

Dmitry notaba la forma en que el príncipe de Danaus observaba a la joven, por lo que dio la idea de entrenar con los campesinos y ponerlos a prueba, con el único fin de acercar a su querido amigo a la chica, iban acercándose bajo las miradas de los chicos y sonreían, al estar frente a ellos, el ruso tomó la palabra.

-Nos gustaría entrenar con ustedes

-Pensaba que los príncipes no sabían pelear –se mofa uno de los chicos

- ¿Cuál es tu nombre?

-Perdone majestad, no pretendía ofenderlo –dice con sarcasmo el mismo chico haciendo una leve reverencia, al levantar la vista de nuevo su rostro tenía un gesto serio- Aidan Greco

-No posees acento...

-He vivido en Danaus desde que nací, no conozco mis raíces, tal vez lo haría si el rey...

-Cállate Aidan –espeta la pelirroja- No querrás lamentarte si alguno de los sirvientes del rey te escucha, discúlpate

-Si me gana, me disculparé –espeta señalando a Dmitry

-Oh, eso haré...

-¡Aidan tiene contrincante! –grita Cástor provocando algunos gritos alentadores y miradas arrogantes dirigidas hacía el hijo del Zar

- ¡Prepárense! –grita Alba

Los jóvenes se posicionaron lejos de los rivales, formando algo parecido a un círculo, algunos jóvenes nobles se acercaron a presenciar la pelea y sonreían burlándose de los campesinos, el ambiente se volvió tenso cuando Aidan sometió al príncipe, pudo haberle roto el brazo, entonces Morgana interrumpió.

-Basta –dijo con voz firme parándose frente a su amigo

-Estoy a punto de ganar, Morgana...

-Sólo debías derribarlo, no matarlo, suelta su brazo, ya

- ¡Pero...!

- ¿Eres un niño? He dicho que lo sueltes

El castaño suelta al príncipe y le ayuda a ponerse de pie, maldice por lo bajo y se cruza de brazos.

Mariposas en épocas de muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora