Mariposas en épocas de muerte

Capítulo 3.

El pueblo comenzó a tener una actividad asombrosa de ventas en cuanto los líderes de las demás casas reales comenzaron a llegar, la reina los recibía a todos en la gran entrada del castillo con una sonrisa, a su lado se encontraba el príncipe, esperando con ansias el regreso de la vivaz pelirroja, desgraciadamente, no se le vio ni a ella ni a sus hermanos por ninguna parte, decepcionado entró tras su madre al castillo y se presentó sin ánimos al evento en el jardín principal.

Mientras en el campo de los Sinclair, su hermano Alistair y Alba se preparaban para presentarse en el castillo, aun contra los deseos de su padre, quien aborrecía al rey con todo su ser, pero sabía que debía guardar su rencor y no interferir en la vida de sus hijos, no podía obligarlos a compartir su odio por el rey.

Sin en cambio, la madre de Morgana insistía en que ambas se presentasen al evento, lucía nerviosa y emocionada, lo cual para la mayoría de sus hijos era extraño, ella solía evadir cada tema que tuviese que ver con la familia real, mientras que ahora incluso comenzaba lograr persuadir a Morgana de asistir, diciendo cosas como: "No deberías dejar que el trato del rey te afecte, muéstrale que no te intimida" o "Me decepciona que te des por vencida tan rápido".

La pelirroja terminó por acceder y se preparó rápidamente para así poder partir junto a sus hermanos, cuando llegaron a la entrada del pueblo se encontraron con los Greco, quienes los saludaron efusivamente, ambas familias rogaban a todos los dioses que sus hijos no fuesen elegidos este año, sabían que eran buenos guerreros y sabían que no todos los buenos guerreros volvían de las guerras.

La mirada de Morgana se concentró en su madre, quien sonreía a pesar de la situación, seguía sin entender el porqué de su emoción, entraron al castillo y se separaron casi de inmediato, Alistair, Alba, Aidan y Morgana se adentraron en un gran salón junto a otros chicos del pueblo mientras sus familias eran, como siempre, llevadas al enorme jardín que poseía el castillo.

Les brindaron armaduras y los llevaron al enorme jardín dónde llevarían a cabo su "show", Aidan se encontraba con gesto serio al igual que Alistair, sabían bien que lo que harían Morgana no iba a perdonárselos nunca, pero no sabían que ella también tenía planes, justó cuando llegaron al jardín la pelirroja menor fingió atarse los cordones y con su pequeña daga cortó los tobillos de ambos chicos, quienes gimieron con fuerza al sentir esa zona tan delicada ser lastimada.

- ¿Creyeron que no lo sabía? –Espetó- En serio que son idiotas

-Morgana sabes que no podíamos dejar que te llevasen –dice Aidan colocando un trozo de tela de su camiseta sobre las heridas

-Ustedes no deben protegerme

- ¡Ni tú a nosotros! –grita su hermano- Es tu primer año y lo más probable es que te seleccionen de inmediato

-Iría sin problema alguno, pero ustedes deben quedarse y cuidar a nuestras familias

Alba sonreía desde su lugar, su hermano era tan predecible, se acercó a él y le ayudó a caminar hacía los enfermeros, Morgana hizo lo mismo con Aidan quien intentó hacerla caer, pero la chica fue más lista y lanzó al chico al catre en el momento en que éste lo intentó, lo que ella no vio venir fue que el corte de Aidan había sido solo superficial y los enfermeros dijeron que podía combatir, el pelinegro se mofó de ella y se levantó.

-Lo más probable es que nos hagan combatir entre nosotros, vas a pagarme por esto

-Nunca has podido ganarme –dice la pelirroja sonriendo mientras ata su espesa melena en una coleta- No lo intentes, podrías salir lastimado –dice antes de besar su mejilla para hacerlo molestar y luego alejarse

Mientras, del otro lado del jardín, Dmitry y Andrew charlaban animadamente con Leo Dessalines, quién reía ante los comentarios sarcásticos de Dmitry y mofándose de como la misteriosa campesina pelirroja había "pateado el trasero real" del príncipe, mientras Andrew solo reía y negaba los hechos diciendo que de no ser porque su padre lo distrajo, hubiese ganado aquel combate.