-El dibujaba por amor.-
-El los admiraba-
-Pero un día esos dibujos se fueron plasmado en hojas de libretas y sus firmas en letras. . .-
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-¿Y que dice? - pregunto el británico de sudadera verde.
Las mejillas del cuencas, comenzaron a teñirse de un color rosado, por alguna extraña razón su corazón comenzó a latir fuertemente.
-¿Tim?
Matt toco su hombro tratando de hacer salir de su pequeño trance al de cuencas.
-¡Tom!-.
Edd tomo a su amigo de su abrigo para después sacudirlo, logrando que este prestara atención.
-¿Que?
Una sonrisa apareció en el artista, al ver a su amigo así.
-¿Que dice?- señalo al papel entre sus manos.
-¡Nada!- exclamo nervioso. - ¡Ya es hora de irnos!-.
-Anda tom di que dice- suplico.
-¡Si, vamos tim di!
-¡Tom!- corrigió el de cuencas.
-Al menos di quien la mando
-Edd basta.- suplico.-se nos hará tarde.
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El artista se despidió de sus dos amigos y corrió unas cuadras mas adelante.
-Sabia donde estaría -
Se adentro a uno de los callejones, encontrándose con aquel joven noruego.
-¡Sabia que estarías aquí!
Él de cuernos volteo, le había dado un susto, se retiro él tapabocas y dejo de lado él dibujo que estaba realizando.
-¡Edd!, por poco haces que me de un infarto
-No importa. - se acerco a el. - te había dicho que las cartas funcionarían -
Un brillo apareció en los ojos del noruego.
-¿¡Que dijo sobre la carta!?
-En si no dijo nada pero su reacción lo delata - sonrió orgulloso.
Él noruego vago por unos segundos en su mente, imaginando como había sido la reacción del chico de cuencas, para después abrazar al británico.
-¡Te debo todo edd!
-Si, eso lo se - poso sus manos en su cintura para luego sonreír - Pero es mejor que acabes o nos meteremos en problemas - apunto ala pintura de la pared.
Él noruego la observo, lo único que le faltaba era la firma que siempre le daba, pero las voces de algunos jóvenes los alarmaron.
-¡Son ellos! - exclamo edad en un susurro. - ¡es hora de irnos!
-Pero...
-¡Pero, nada!
Él británico tomo la mano del noruego, él cual en un momento de rapidez logró tomar aquel maletín lleno de aerosoles para después ser arrastrado por su amigo.
el par de británicos, pasaron por aquel callejón, el de cuencas miraba hacia él frente cuando se dio cuenta que él de cabello anaranjado se detuvo.
-¿Ese no eres tu tim?
- Tom - corrigió. - No se de que hablas - se acerco a el para voltear a donde miraba su olvidadizo amigo.
Nuevamente una pintura de él, sin embargo esta vez no había nada sobre quien lo había hecho.
-Mira un aerosol - comento Matt.
-Matt, dejame ver ese aerosol -
el de cabello anaranjado le entrego aquella pintura, busco alguna pista de quien era el dueño, pero solo se tomo con huellas secas de otras pinturas. Le devolvió a Matt aquel aerosol.
-No obtendría tan fácil al dueño de aquella pinturas -
