𝑪𝒐𝒏𝒆𝒋𝒊𝒕𝒐 // 𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏

𝟒

Eunwoo no fue la siguiente semana a la escuela. Aunque no compartiéramos clases, notaba su ausencia. Siempre lo notaba, ¿Sonaría demasiado cursi decir que el mundo parecía más grisáceo sin el pelinegro rondando cerca? Porque eso era exactamente lo que sentía. Sentía que algo faltaba.

Un puchero adornó sus labios mientras seguía sintiendo esa fea sensación en su pecho. Quería saber de Eunwoonnie. Necesitaba saber que estaba bien.

Por eso mismo se dirigía hacia el enano de cabello rubio que era el más apegado a su Eunwoonnie.

-MJ ¿Verdad?.- Preguntó de forma directa. Logrando que el mencionado de un saltito del susto.

-Joder, tu voz casi me mata de un infarto.- Se quejó.- Si soy yo, ¿Qué quieres Moonbin?

Si, ellos no se...llevaban del todo bien. No eran más que conocidos y no buscaban ser más que eso.

-¿Eunwoo está bien?.- Dijo sin rodeos.- Hace una semana no viene a la escuela y yo estoy...

-Preocupado.- Concluyó por él y asintió.- Él...estará bien.- Aseguró con una sonrisa.

-¿Sabes si volverá pronto?

MJ sonrió encantado y realmente el no entendía a que se debía su sonrisa si era algo serio.

-Deberías preguntarle tú.

Sin darle tiempo a retroceder, sintió como una de sus manos se colocaba por el bolsillo de su uniforme y tomaba su teléfono.

Desbloqueándolo con facilidad debido a la carencia de contraseña, tecleó algo y se lo devolvió 

-Estoy seguro que ahora estará mejor.- Dijo antes de marcharse a su clase.

...

Moonbin miraba el chat vacío en su teléfono mientras trataba de controlar su respiración.

¿Por que demonios estaba tan nervioso? Ni siquiera lo vería frente a frente  

Pero era el chico, eso lo hacia mas difícil. Es decir, era el chico por el que estuvo coladito 7 años. No era para tomarse a la ligera que ahora tenia en su poder el numero de el chico de sus sueños.

Literalmente.

Dio un tembloroso suspiro y se atrevió a enviar un mensaje. Simple, rápido, seguro...

-Joder...- Se quejo cuando no pudo presionar el botón de "enviar".

Volvió a leer su mensaje:

"Hola Eunwoo, Soy Moonbin. MJ me dio tu número porque estaba preocupado por ti. ¿Cómo te encuentras?"

Bien, bien. No era tan intenso, perfecto. Finalmente le dio enviar y casi se le cae el teléfono al suelo cuando lo oyó sonar de regreso. ¿Tan rápido? pensó. Y, efectivamente el menor había contestado solo unos, 0,14 segundos luego de que llego.

"Hyung, que bueno hablar con usted"

"Estoy bien, no tiene que preocuparse por mi"

"MJ me dio aviso sobre que usted tenia mi número, me alegra poder hablar con usted, hyung" 

Moonbin sonrió como bobo enamorado, no lo culpen ese niño era muy tierno. Y, en ese momento no pensó en lo que respondió solo lo envió.

 "¿Quieres que comamos un helado juntos? Cuando la situación mejore... si tu quieres."

La respuesta nunca llegó, aunque claramente había visto el mensaje. Moonbin se quería tirar de un puente por ser intenso y arruinarlo. Se tiro con desgano sobre el sofá mientras puchereaba y se lamentaba por dar asco en los intentos de acercamientos con el menor. 

JinJin salió de la cocina y se sentó a su lado. No hacia mucho que llego a brindarle apoyo moral ante la "difícil tarea" de comunicarse con el que Moonbin llamo como "el amor de su vida" 

-¿Que sucedió bebé?.- Preguntó cariñoso.

-La cague.- Dijo el azabache apoyando un cojín del sofá sobre su cara.

JinJin no tardo en leer la conversación y sonrió a medias

-No exageres, tal vez solo tuvo un asunto urgente. No saque conclusiones apresuradas y deja de lamentarte como un niño.

Eso reconforto a Moonbin en parte por lo que dejo el cojín a un lado y le sonrió un poco a su amigo.

-Ahora que estas mejor, levanta el culo y haz de comer.- Ordenó mientras se acostaba sobre el sofá, empujando a Binnie al suelo.

-Se suponía que tu cuidaría de mi.- Se quejó.

-Nunca dije que gratis, así que mueve el culo y cocina.

Bin frunció su nariz y se dirigió a la cocina. Tiempo después JinJin fue a molestarlo mientras cocinaba. La noche fue tranquila, su amigo logro apaciguar todo rastro de duda y frustración de Moonbin.

Ambos estaban tan metidos en su mundo que no pudieron pensar tal vez, cierto pelinegro ya había dado respuesta a su pregunta.

"Me encantaría comer un helado con usted Hyung"