Doble Dolor, Doble Placer

Gusto culposo, parte 1

"Acabo de recordar algo, pantera negra"

Sanem estaba deslizando su cuerpo sobre el de él,

deslizándose lentamente hacia abajo

con sus pechos sobre su pecho y estómago,

dejando besos en todas partes que sus labios pudieran tocar.

¡Can ya NO tenía sueño!

"¿Qué recuerdas, gata negra?"

"Que todavía no he tenido el placer de

sentir

tu pene entre mis pechos!"

***

Can parpadeó al descubrir que estaba

despertando y los encontró entrelazados, uno frente al otro.

No sabía dónde comenzaba él y dónde terminaba Sanem.

¡Y se sintió increíble!

Finalmente, SI, despertar en los brazos de ella,

este fue un sentimiento que él nunca

olvidaría o quería echar de menos otra vez.

De inmediato lo asfixió un poco

y sintió algo que nunca pensó esperar sentir,

miedo,

miedo a perderla.

Sanem era y es una mujer fenomenal,

y sí, anoche ella lo hizo correrse, con sus pechos,

¡su polla entre sus pechos!

¡Maldita sea, eso fue jodidamente CALIENTE!

Puedes llamar a ESO una experiencia única en la vida.

Les tomó otra ducha, demasiado corta, para limpiarse,

se fueron a dormir abrazados, cuchareando, 

acurrucados el uno en el otro

y ahora ella yace en sus brazos,

su gata salvaje, su gata negra, su Fénix negro.

Su olor a orquídea salvaje los rodeaba.

El pecho de Can se estrechó al pensar

que él podría no verla más

cuando Emre volviera a trabajar.

Can permaneció allí durante otra media hora, 

simplemente disfrutando de su cuerpo,

su aroma, simplemente disfrutándola.

Hasta que tuvo que ir al baño.

Cuando regresó, Sanem yacía totalmente cubierta bajo las sábanas,

"Sanem, ¿estás despierta?"