Capitulo 1: perro callejero

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Una figura de baja estatura se escurría con sigilo entre los pasillos abarrotados de adolecentes de una acomodada escuela secundaria, traía la mirada baja y la mente concentrada en mantener el perfil bajo deseando poder escabullirse a la salida del establecimiento como una rata escondiéndose en las alcantarillas.

Keith Fairest, mas conocido como BF, sabia que para la mayoría de estudiantes no era mas que un fantasma con padres especiales y le ignorarían, pero no siempre era así, sintió un sudor frio bajarle por el cuello mientras rehuía las miradas del resto de las personas, aguantando algunos empujones que le quitaban el aliento se abrió paso hasta la puerta de salida. sus ojos negros se iluminaron con el alivio de haber sobrevivido otro día pero su felicidad no duro mucho antes de que un fuerte golpe en espalda le hiciera perder el equilibrio tirándolo al suelo, por poco si había logrado reaccionar a tiempo y apoyar sus manos en el piso o se habría roto la nariz, antes de poder levantarse pudo escuchar unas risas viniendo desde donde lo empujaron.

-ay lo siento, eres tan pequeño que no te vi BF- una molesta voz entro por sus oídos, venia del líder de ese grupo de chicos de segundo que lamentablemente tenia que encontrar varias veces en su día a día, eran menores que el, pero aun así le superaban en tamaño y actitud, volvió a escuchar otra risa desvergonzada antes de verlos alejarse mientras se ponía de pie y sacudía su ropa para quitar la mugre del suelo, ni siquiera se molesto en girarse a decirles algo, se decía a si mismo que no valía la pena, aunque en realidad el nudo en su estomago dejaba claro que estaba aterrado de hacerlo.

busco su teléfono en el bolsillo de su canguro gris y prendió la pantalla para checar la hora, 04:15 PM, 10% de batería, le pasarían a buscar en unos minutos pero mirando a la calle a unos metros se le coló en la mente la idea de salir a dar un paseo, seria algo corto, nada de que preocuparse ¿verdad? sus padres estaban trabajando ni se darían cuenta de que no había llegado, solo le diría al chofer que se quedaría en la biblioteca y pasara por el en media hora mas, no lo pensó mucho, mando el mensaje y se puso en marcha hacia alguna dirección, no tenia ni idea de a donde ir, el solo necesitaba tomar un poco de aire fresco, olvidarse de que en algún momento tendría que volver a su hogar y a la escuela de nuevo.

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Ya había pasado una hora desde que el peliazul le había mandado ese mensaje al chofer de sus padres pero aun no había regresado a la salida de la escuela y vagaba en las calles como un gato casero, ansioso, sin saber a donde ir, no era algo habitual que Boyfriend se saltara las normas de forma tan descarada pero es que no lo hacia de forma intencionada el problema es que ya no sabia como volver a donde estaba antes, desde pequeño su adinerada familia le había pagado choferes que le llevaban a donde quisiera y nunca tuvo la necesidad de viajar a pie por las calles por lo que se podía perder en un vaso de agua, como le acababa de pasar, en cierto punto de su camino se había perdido en sus pensamientos sin fijarse en donde iba y ahora no tenia ni puta idea de donde había ido a parar

-mierda...-se puso una mano en la cara y se golpeo a si mismo varias veces- en que estabas pensando, idiota- se tomo unos minutos para descansar mientras decidía que hacer, saco su teléfono nuevamente e intento encarecidamente que se prendiera pero su batería había muerto hace ya mas de una hora atrás- sip, van a matarme, definitivamente voy a morir- ya sentía como las ganas de llorar le subían por la garganta, pero no podía quedarse quieto a insultarse a si mismo, seria mejor que intentara regresar hasta que por lo menos encontrara un lugar familiar o alguien que le prestara su teléfono.

otras 2 horas pasaron, el sol comenzaba a descender lentamente y las personas abandonaban las calle para buscar el calor de sus hogares mientras el viento frio del anochecer otoñal le calaba en los huesos al ojinegro que solo había conseguido perderse aun mas, lo que era aun peor era como las calles y casas comenzaban a verse cada vez mas deterioradas señalando que hace ya bastante que se había alejado del barrio adinerado de ciudad de las estrellas y se había metido en alguna villa posiblemente infestada de criminales, las pocas personas que estaban afuera le echaban un ojo de pies a cabeza con una desconcertante mirada, como si fuera un cervatillo en la boca del lobo, mientras el olor a cigarrillo en las calles le llenaba los pulmones.

Street Dog (pico x Keith)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora