Los días pasaron lentos como largos inviernos para el pelirrojo, su rutina se basaba en pasear su floja mirada entre la ventana y la pequeña pantalla de televisión que le habían traído las enfermeras para entretenerse, para su mala suerte nunca había nada interesante que ver en el lado posterior de ambos cristales. el colmo de males fue cuando comenzó a tener la idea de que sus huesos se estaban endureciendo de tanto estar acostado, de vez en cuando lo hacían levantarse, hacer unos cuantos ejercicios y movimientos suaves con las piernas y brazos para asegurarse de que todo estaba bien y que sus articulaciones no se atrofiaran, pero no se comparaba a las caminatas por las calles nocturnas a las que estaba acostumbrado, odiaba estar encerrado, si estuviera en condiciones normales sus idas a casa se reducirían solo a cuando tenia que dormir o comer.
Pero no todo era un mar de olas grises de desesperanza, un rayo de luz se colaba en su habitación desde las nubes negras de forma regular, mas precisamente, todos los días entre las 4:30 y las 5 de la tarde. Como si de un reloj se tratase a esa hora una cabellera azul se abría paso en la habitación hasta el costado de su cama, siempre con un uniforme limpio que se había desarreglado durante su jornada escolar y una mochila roja Keith lo visitaba, se quedaba un par de horas a charlar con el y a asegurarse de que se estuviera recuperando adecuadamente.
Pico ya se había acostumbrado a su compañía y sin darse cuenta comenzó a ansiar con impaciencia la hora en que su puerta se abriera revelando el infantil rostro del muchacho de ojos negros. porque aunque no quisiera admitirlo el chico le había rescatado de la monotonía de su nueva rutina y le distraía de los sofocantes pensamientos negativos que le acosaban cuando se ponía a pensar en sus amigos y lo que le pasaría cuando saliera del hospital.
quien diría que a falta de un cigarro un adolescente valdría para lo mismo.
Ya había pasado una semana y media desde que fue internado en el hospital, el sol ya daba señales de querer esconderse en el horizonte debido a lo cortos que eran los días otoñales y sin retraso alguno un melódico golpe en la puerta retumbo en sus oídos sacándolo de sus pensamientos y obligándolo a girar su mirada oliva desde la ventana hasta la entrada de la habitación, tal como esperaba unos ondulados cabellos azul pastel se colaron primero entre el espacio de la puerta abierta junto a un amigable saludo.
-Hola Pico ¿que tal?- con dificultad su figura se escurrió desde la entrada hasta su silla junto al pelirrojo, sus ojos estaban fijos en su mochila mientras hurgueteaba en busca de alguna cosa entre sus cuadernos- adivina que-
Finalmente Keith movió sus ojos negros hasta el rostro del mayor, los moretones en sus mejillas ya se habían hecho prácticamente inexistentes y en su lugar solo quedaban restos amarillentos de lo que alguna vez fueron feas manchas moradas verdosas, al mismo tiempo las vendas que cubrían su cuerpo también se habían ido reduciendo en numero dejando por fin expuesto su rostro permitiendo a BF analizarlo de mejor manera, sin duda alguna podía decir que cuando no estaba cubierto de hematomas se trataba de un tipo muy lindo, sus cabellos naranjas combinaban a la perfección con sus ojos oliva abanicados por unas elegantes pestañas rojas que resaltaban en su piel clara, sus labios se habían descinchado al fin luego de que una de las enfermeras le quitara el piercing de nuevo por su seguridad y ahora si parecían dignos de admirar. había una extraña delicadeza en sus facciones oculta por su semblante y actitud de tipo duro, Keith no pudo evitar sonreír.
El mayor le saludo con un gesto de mano y un asentimiento de cabeza, alzó una ceja con curiosidad mientras veía a su compañero rebuscar en su bolso, cuando una sonrisa se poso en los labios de Boyfriend no pudo resistirse a devolverla con una pacífica curva en sus labios.
-Mira lo que te traje, no se si te guste pero hice mi mejor esfuerzo- Keith sacó de su mochila una bola de tela de color claro y la puso en las manos de pico, al abrirla la tela brillante de ropa nueva iluminó sus ojos y se apresuró a sacarla rápidamente para observarla- No puedes salir del hospital con esa ropa rota y llena de sangre llevabas cuando te encontré- rió con suavidad recordando los harapos que quedaron luego del accidente.
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Street Dog (pico x Keith)
Fanfiction"¿nunca te enseñaron a no ponerles nombres a los perros de la calle? si lo haces te vas a terminar encariñando con ellos" este fanfic esta basada en el universo del mod FNF soft con todos sus personajes, aunque la historia es diferente. . . . ADVERT...