3- Celos

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Viernes, 17 de septiembre de 2021

LENA

Desperté, me duché y me fui al despacho. De nuevo viernes, y mi cuerpo estaba pidiéndome a gritos un poco de diversión. Esta semana había estado trabajando en un caso complicado, que me tuvo prácticamente todos los días en el bufete hasta última hora. Así que me merecía unas copas esta noche.

Cuando salí del ascensor Kara ya estaba de pie, junto a su escritorio, con un café americano para llevar entre sus manos. Me acerqué y, como cada mañana, me lo ofreció junto con un 'buenos días' y una sonrisa.

Kara llevaba dos semanas trabajando para mí y siempre me recibía con un café. Nunca se lo pedí, pero me encantaba que lo hiciera.

Ya ni siquiera me preocupaba por desayunar antes de salir de mi apartamento, pues sabía que al abrirse las puertas del ascensor me encontraría con ella. Con un café americano en su mano y una sonrisa.

Café y una sonrisa de Kara, es lo único que necesitaba para empezar el día de buen humor.

Reconozco que la primera semana me sentí un tanto incómoda con ella. Me preocupaba que, en algún momento, recordase lo que estuvo a punto de ocurrir entre nosotras la noche que nos conocimos, cuando ella me rechazó. Afortunadamente no pasó o, al menos si lo recordaba, nunca lo mencionó. Y yo lo agradecí.

En cuanto a su encuentro con Imra, sospechaba que no había pasado nada entre ellas. A juzgar por lo asustada que estaba Kara cuando la encontré estaba casi segura de haber llegado a tiempo de impedirlo. Claramente ella no quería hacerlo. Pero aún así, la duda estaba ahí y no podía evitar sentirme molesta.

No estaba acostumbrada al rechazo y supongo que es por eso que me molestó qué Imra acabase compartiendo más que palabras con Kara, cuando a mí se me negó la oportunidad. Pero nuestra oportunidad ya pasó, y ahora que trabajaba para mí tenía claro que no podía ver a Kara de esa forma.

No debía.

Respecto a mí, después de la noche en la que me acosté con Imra ella no volvió a intentar contactar conmigo, así que me alegré de haber sido lo suficientemente clara con ella, porque no tenía ganas de lidiar con una ex que me había destrozado el corazón. Ahora estaba bien, y no quería más dramas en mi vida.

Kara me puso al día sobre lo que tenía programado en mi agenda para hoy y, por suerte, parecía que sería un día tranquilo. Apenas un par de citas durante la mañana, lo que significaba que tendría la tarde libre.

Entré en mi despacho y me puse a estudiar un caso. Después atendí a un cliente, y un par de horas más tarde a otro.

En cuanto llegó la hora de comer, me levanté y salí de mi despacho rápidamente.

-Lena: Me voy a comer

-Kara: Vale

Miré a su mesa, donde Kara tenía preparado un sándwich y un zumo para empezar a comer. Siempre esperaba a que yo me fuera para hacerlo. En dos semanas que llevaba trabajando para mí la vi comer en el bufete cada día, nunca se marchaba a casa. Y, aunque nunca le he dicho nada por quedarse aquí a comer, hoy no me apetecía seguir ignorándolo. No me gustaba que mi asistente personal tuviera que quedarse comiendo sola en su mesa, como si estuviera castigada.

-Lena: ¿Sabes qué? Deja eso, hoy vendrás a comer conmigo

-Kara: ¿Contigo?

-Lena: Sí, vamos

-Kara: Espera - dijo, alcanzando su libreta

-Lena: No, déjala. No hace falta

-Kara: Pero ¿Y si tengo que anotar algo importante?

Los giros del amor (AU-Supercorp) - PAUSADA - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora