Soñar.

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Mi mirada seguía allí en ese lugar, el cual ahora yacía tu cuerpo en silencio, algunos llorando por tu muerte, mientras que yo solo anhelo volver a verte.

Aún recuerdo esos días que dijiste que harías todo para mantenerme a salvo, pero yo sabía perfectamente que quien debería cuidar a alguien, era yo, y solo yo.

No debí tomarte, no debí comerte, pero sabías tan bien, ese dulzor, ese calor, todo de ti me encantaba.
Ethan, ese chico carismático el cual te gustaba, aquí está llorando por ti.

Eres afortunado al menos alguien muy querido para ti esta llorando por ti.

¿Sabías?, hace unos días empecé a sentir un dulzor bastante amargo y ese dulzor está opacando el tuyo, ¿Será porque ya paso un tiempo desde que te tome?.

No creo que sea por eso, pero aun asi tengo miedo de olvidar tu sabor, al igual que tengo miedo de olvidar tu mirada, tu calor, tu tacto, tu olor, y tu resplandor, no quiero olvidar nada de ti.

Me sigo viendo al espejo, al igual que veo mis manos,  las cuales aún  sienten vagamente el tacto de tu piel.

Mi nariz, aún distingue tu frescura y dulzura.
Mi colmillos, siguen afilados esperando a que llegues a mi y me dejes volver a tomarte.

Como un sueño lucido aún sigo viéndote, y como una pesadilla tan vivida sigo viéndote morir en mis brazos.

Igual que un pequeño canario mi corazón esta encerrado.

La llave ahora mismo está a metros bajo tierra en una tumba con tu cuerpo, y espero que siga guardada allí por siempre.

Siempre que me acuesto y cierro mis ojos siento tu peso sobre mi cuerpo, siento tu aliento en mi pecho, y siento tu voz llegar a mis oídos.

Igual como música nos ponemos a oír aquellos relámpagos que nos dan tanto miedo.
Aquellos temblores que te daban los compensaba con caricias, mientras que yo mantenía mis dientes apretados tratando de que no sientas mi cuerpo tembloroso por aquellos fuertes ruidos.

Lo detesto, detesto verme débil en tu presencia, incluso si esto es un sueño, no me gustaría que me vieras temblar y llorar.

Caer, siento como caigo de nuevo ante tu olor una y otra vez, el ciclo sigue repitiéndose y sigo teniéndote en mi boca, en mi interior, en mi ser.

Siento tu alma abrazar a la mía, quizás dándome motivos para quitarte de mí mente, es como si te estuvieras despidiendo de mi.

Me quiero aferrar. Al igual cuando me aferro a aquella almohada que queda con mis lágrimas, quiero tomarte, no quiero dejarte.

¿por qué?, ¿porque tratas de borrar tu sabor de mí?, ¿porque te despides de esta forma?, ¿porque no te quedas a mi lado...?

Quiero respuesta a mis preguntas, dame mis respuestas, por favor Iván.

Tu sangre en mis manos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora