VIII

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Taehyung contaba las horas restantes para que su tortura termine.

Después de la despedida de soltero de Seokjin, las cosas se habían vuelto un poco tensas entre ambos. No temía aceptar que parte de ello, era por su culpa.

Pero no iba a negar que amaba a su mejor amigo tanto que dolía.

Estuvieron una semana más eligiendo sabores de pasteles en Seúl y finalmente se encontraron para viajar a Los Ángeles, dónde se realizaría la boda.

Faltaba una semana más, una semana que Tae había decidido tomar libre en su trabajo mientras ayudaba a Seokjin con la venta de algunos de sus muebles.

Temía derramar algunas lágrimas frente a su amigo cuando empacaban sus maletas, gran parte de la ropa del castaño se estaba yendo al otro lado del continente junto con él.

Seokjin le había dicho que luego de su luna de miel, regresaría a Seúl para llevarse algunas cosas que falten y luego entregaría su apartamento al dueño.

Cada hora que pasaba, le recordaba que su tiempo juntos se estaba acabando, Taehyung ya no sabía cómo podía luchar contra ese incesante pensamiento.

Se echó en la cama de una de las habitaciones del Airbnb que había alquilado por esta semana y media. Haciendo cuentas, un hotel por día le saldría mucho más caro y se sentía más cómodo cocinando en lugar de estar comprando comida rápida todos los días.

Mientras miraba el techo, recordaba las palabras que habían compartido Seokin y él durante su viaje.

Jimin y Namjoon, llegarían un día antes de la boda y se quedarían con Taehyung. Jungkookie no pudo pedir licencia en su nuevo trabajo pero estaría conectado vía Zoom con Jimin para no perderse un segundo de la ceremonia.

Taehyung había tomado la mano de Seokjin en mitad del vuelo, cansado de la tensión e incomodidad que le emitía el castaño y recibió una mirada apenada en respuesta.

"¿Te hice sentir incómodo, Jinnie?" Le había preguntado, dudoso y arrepentido de sus propias decisiones, de las palabras dichas y de la explosión de emociones que sentía.

"No Tae... Sólo, perdóname, soy un tonto". Le había respondido y luego de una sonrisa amable, la charla pasó a temas más superficiales.

Taehyung sabía que era demasiado tarde para hacer algo al respecto, sus sentimientos desarrollados debían quedar en un segundo plano si su mejor amigo estaba a punto de casarse.

No había necesidad de empezar a hacerse la víctima al respecto. A lo largo de su amistad, había tenido infinidad de oportunidades para declararle su amor a Seokjin. Pero nunca lo hizo.

Porque estaba seguro, y hasta el día de hoy podía afirmarlo, que su amistad era mucho más valiosa.

Que no importaba cuántas parejas tengan, porque su amistad era irrompible, era eternamente fuerte y una discusión tonta, o una pelea por celos que una relación podría traer, nunca pasaría entre ellos.

Por eso eran amigos.

No habían límites para amarse, para protegerse, para ponerse como prioridad.

El único problema era que no eran el uno del otro.

Taehyung suspiró aún recostado en la cama, su antebrazo cubría sus ojos y una sonrisa triste se dibujaba en su rostro. No fue hasta que la humedad llegó hasta su cuello que notó las lágrimas que estaban brotando.

"Tae... Yo quería pedirte una cosa más, por última vez..."

"Lo que necesites, Jinnie"

My Home - Jintae/TaejinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora