EL DESTIERRO DE LOS CONDENADOS CAPITULO 3
NO ME DEJES
Jon fue encontrado por el jardinero que Charles veía como un abuelo y estaba en tan mal estado que al principio pensó que estaba muerto, porqué estaba azul por el frío y la palidez de su cuerpo solo provocaba que sus heridas y la sangre seca y nueva resaltará aún más; pero para su sorpresa aún respiraba.
Se sacó su propio abrigo y lo envolvió lo mejor que pudo, llevándolo a la casita que tenía al lado de la escuela; corrió con todas sus fuerzas y con cuidado lo recostó en su cama, mientras corría a despertar al doctor de la escuela ya que aún eran las seis de la mañana y sabía que aún estaba en la casita que tenía al lado de la suya, como todos los profesores y personal que se quedaban en el internado.
El doctor estaba estupefacto cuando fue corriendo siguiendo al viejo, que no sabía explicarse bien sumido en el llanto descontrolado. A medio vestir y con su maletín de trabajo, supo que no podía hacer mucho por Jon en aquel lugar, pero no podía llevárselo sin la autorización del director. El viejo señor Edmund lo sabía y corrió a buscar al director mientras dejaba a ese joven doctor en estado de shock.
Para cuando llegó el director, el doctor estaba revisando el pulso de Jon, los signos vitales y muy por encima las heridas que saltaban a la vista.
-¿Qué carajos?- preguntó el director sorprendido pero manteniendo la calma.
- Tenemos que llevarlo a un hospital ahora mismo- le dijo el doctor cubriendo el cuerpo de Jon.
- No. Tienes que tratarlo aquí y hasta no saber exactamente que paso, nadie se debe enterar pues sería un escándalo y exactamente eso es lo que tenemos que evitar.
- El doctor lo miró con una ceja levantada; era consciente de lo que decía, ¿Pero acaso un escándalo era más importante que la vida de ese niño?. Pero sabía que era inútil. Sin el permiso del director no podía sacar a Jon.
- William. ¿Crees que puedas tratarlo en tu cabaña?. Mucha gente entra a la enfermería.
- ¿Sabes lo irrazonable que es eso Enrique?.¡Este niño puede morir si no lo llevamos a un hospital!- alegó William sabiendo que no tendría éxito alguno.
- Ya di una orden- Enrique se volvió y estaba a punto de irse cuando Edmund, el viejo jardinero abrió la boca.
- Pero señor a ese niño le hicieron algo... Su cuerpo está lleno de heridas, mordeduras y sangra por detrás...- afirmó Edmund agarrando su sombrero, mientras se tragaba las lágrimas y miraba al suelo. Pero solo consiguió silencio, mientras Enrique miraba a William por una confirmación. William destapó a Jon y lo giró confirmando lo que Edmund decía. Sangre fresca y semen aún brotaban de ese lugar secreto.
-Fue abusado- sentenció William- Edmund por favor prende la tina con agua caliente, necesitamos estabilizar a Jon.
Enrique no pudo moverse por una fracción de tiempo. Edmund corrió a su pequeño baño y puso la tina con agua caliente, al ser invierno tomaría más tiempo, pero sentía que con cada segundo Jon se veía más pálido, y ya parecía un muerto cuando se lo llevó hasta su cabaña y solo no podía dejar de llorar, mientras recordaba la primera vez que vio a ese niño, cuando fue dejado por su madre y como cuando llego Charles lo acogió como algo suyo; siempre le conmovió eso pues solo podía pensar en que Jon veía a Charles como a sí mismo cuando era un niño y hasta una vez le dijo que jamás permitiría que Charles sintiera la soledad que él mismo sentía.
Al final Jon fue tratado en esa cabaña. El viejo Edmund y el doctor no sé separaban de él las veinticuatro horas y aunque las primeras semanas fueron críticas por la fuerte neumonía que le trajo el haber estado desnudo en el lago congelado con una tormenta de nieve, al menos estaba vivo.