(2Won) BLINDING LIGHTS

SIN ALIENTO.

Normalmente, Hyunwoo se mantenía impasible, incluso cuando parecía extrañarse de lo que sea que acontecía a Hyungwon sus cejas se movían apenas unos milímetros para casi al instante volver a su posición natural, rectas. Entonces no entendía por qué actuaba tan sorprendido cuando le contó que había seguido su consejo.

¿Acaso comprar boletos para una pelea de box amateur era tan extraño? O quizás, fue la parte donde le contó que había accedido a salir con aquel campeón que le miraba como si fuera de su propiedad y cuyas manos demoledoras le sostuvieron con tal delicadeza que ni siquiera le importó lavarse la cara una vez llegó a casa. Se preguntó qué cara pondría de confesarle que esperaba poder volver a encontrarse con él, aunque fuera un simple deseo que jamás se cumpliría.

De todas formas, su psicólogo tomó su taza de té y le dio un gran sorbo, haciendo una mueca al final porque no conseguía pasar el líquido caliente por su garganta. Hyungwon se mordía el interior de la mejilla intentando contener sus palabras, más por la estabilidad del terapeuta que por la suya, pero poco podía contener su emoción y las ganas que tenía de preguntarle qué podía hacer para contactarlo.

­­-Cuando te dije que hicieras algo fuera de la rutina-carraspeó- no me refería precisamente a esto, Won.

-Ah... ¿no?

-No, quise decir... ir al cine, a los bolos... cualquier cosa. Pusiste tu vida en riesgo, no sólo por ir a un lugar ilegal, sino por subir al auto de un desconocido que podría molerte a golpes., por no decir otras cosas... depravadas.

Hyungwon frunció el ceño, claramente molesto. Sí, quizá tenía razón y se arriesgó mucho haciendo tal cosa, pero Wonho estaba lejos de ser como Hyunwoo pensaba. Podía ser un tipo enorme y corpulento, pero tenía una sonrisa amable y su mirada oscilaba entre la intensidad casi primitiva y la dulzura de un niño que se encuentra perdido. Se llevó la mano hasta su mejilla y suspiró.

¿Y si jamás lo volvía a ver? ¿Y si, en realidad, subir chicos atractivos a su auto después de una pelea era su pasatiempo? ¿Y si vio que en realidad no era tan interesante o atractivo y jamás lo volvía a buscar? Y si... Y si... Y si...

-Hyungwon, respira pon tus manos sobre tus rodillas...

Demonios.

Dos. Doce. Veintidós. Treinta y dos. Cuarenta y dos. Cincuenta y dos. Sesenta y dos. Setenta y dos. Ochenta y dos. Noventa y dos.

Bien, ya respiraba con normalidad, sin embargo, su brazo escocía ahí donde se rascó. Hyunwoo lo miró, los labios levemente inclinados. Hacía mucho tiempo que la línea que limitaba su relación doctor y paciente se desdibujó, no lo decía, pero sus labios se fruncieron con preocupación, había lástima en sus ojos. Hyungwon desvió la mirada y se bajó la manga de la camisa hasta los nudillos.

-Da igual, no creo que jamás lo vuelva a ver.

Y aunque estaba preparado para la posibilidad, aceptarlo en voz alta quebró algo en él. ¿Era su orgullo el que se sentía herido por no recibir atención? Probablemente, pero en su defensa, Hyungwon jamás había captado la atención de nadie más que de sus terapeutas e incluso ellos mantenían su distancia.

-Me da gusto que consideres las posibilidades realistas. ¿Te veré la siguiente semana a la misma hora? - preguntó mientras hacía anotaciones en su libreta.

-¿Alguna vez ha sido de otra forma? - contestó el más alto, poniéndose en pie una vez terminada la sesión. Antes de salir del consultorio, Hyunwoo le dedicó una sonrisa paternal, él solo asintió y cerró la puerta tras de sí.

Era un día molestamente caluroso, incluso aunque normalmente asistiera a terapia por las tardes, cuando el tren iba menos lleno y las personas empezaban a dejar de caminar por las calles, en ocasiones el sol decidía ponerse hasta muy tarde lo que daba oportunidad para pasearse, hacer compras nocturnas y demás, cosa que Hyungwon detestaba que los demás hicieran cuando tenía un horario cuidadosamente planeado para que cosas como esa no sucedieran. Se puso sus lentes de sol, su gorro y se dispuso a caminar.