-Días después-
Salí del hospital y sí, estaba usando muletas. Llegué a casa y recordé que papá tuvo que salir de viaje durante una semana entonces, iba a estar sola en casa un buen tiempo. Estaba muy aburrida, no tenía nada que hacer y era domingo. Así que revisé mis redes sociales, ya llevaba buen rato de no revisarlas y tenía demasiados mensajes. Me puse a leer todos, uno a uno. Y la mayoría era de mis compañeros del año pasado, mandándome cosas como "Oye, qué pasó contigo?" "Estás bien? No se nada de ti" y cosas por el estilo. Luego me encontré con varios mensajes de Abigail, otra vez, la olvidé. Me sentí culpable, así que la llamé. Pero no me respondió, la intenté llamar varias veces, pero nada. Le dejé varios mensajes en Facebook con la esperanza que los leyera.
Me quedé dormida, pero el vibrar de mi celular, me despertó. Era Ponsi.
-Hola mi amor -me dijo-
-Hola ¿que haces?
-Nada, estoy aburrido. ¿Quieres salir?
-Está bien, ¿cuando?
-Hoy -me dijo emocionado- Ya tenemos mucho tiempo sin salir juntos.
-Tienes razón. ¿A que hora?
-Paso por ti a las 4 ¿Te parece?
-Ok, te estaré esperando.
-Está bien cielo. Te amo.
-Yo también, adiós. -cuelgo-
Me levanté y me fui a bañar, cuando salí, no sabía que usar, así que me puse jeans, un sudadero y mis converse. Esperé a Ponsi. Desde cuando Ponsi llegó (iba muy guapo por cierto) se portó muy tierno conmigo, me ayudó a bajar las gradas, porque aún me costaba bajarlas y me cargó cuando me iba a subir al carro. Muy lindo. Ya en el carro, nos decidimos a donde ir. Fuimos al parque y vimos un árbol grande, nos fuimos a sentar ahí.
-¿Que quieres ser cuando seas grande? -me preguntó-
-Oye, estoy estudiando medicina. -le dije sarcásticamente-
-Sí, lo sé. Pero me refiero, a más grande. ¿O pretender estudiar toda tu vida? ¿No quieres tener hijo? ¿Serás una vieja soltera amargada con 50 gatos?
-Jajaja! ¡No! No, tampoco eso. Aunque... lo de los gatos lo estoy considerando... y... posiblemente no tendré hijos.
-Jaja! Tu no piensas en otros.
-¿A que te refieres?
Me causó mucha intriga ese su comentario, pero justo cuando estaba por interrogarlo, me cayó con un beso.
Fue nuestro primer beso, juntos. Realmente fue muy lindo... Me quedé sin palabras en ese momento. Me encanto. No supe que hacer, así que le seguí la corriente, nuestro beso se hizo más largo... Luego, terminó. Sentí que bajé del cielo. Aterricé. Nos vimos a los ojos y sonreí.
-Te amo -me dijo un poco nervioso-
-Te amo más -le dije casi temblando-
Y esa fue la primera vez que le dije "Te amo". Me sonrió y me susurró al oído "Yo te amo más".
-¿Quieres comer algo? -se levantó-
-Muero de hambre -me ayudó a levantarme-
-¿Que quiere comer esta señorita?
-No lo sé, quiero... helado! -le dije intentando saltar, pero no pude-
-Jaja! Ok mi amor, helado compraremos.
Compramos helado, los comíamos mientras caminábamos y platicábamos de nuestras vidas. Le conté como fue mi primer día de escuela. Y el me contó el suyo. Y seguimos hablando sobre cosas así. Hasta que ya era muy tarde, mi papá me llamó y me preguntó en dónde estaba. Le dije que estaba en casa, a punto de dormir, él no sabía nada sobre Ponsi y yo.
Le dije a Ponsi que ya era hora de irnos, y mañana tenía que ir a la univerdad. Entonces, me pasó a dejar a casa y se despidió de mi. Me dio otro beso. ¡Fue de lo mejor! Adoro sus besos.
