Capítulo 20: En la playa.

39 4 0
                                    

Un año después. 

Salíamos juntos a todos lados. Ella se había convertido en algo más que mi amiga. Cuando estaba con ella me sentía tan bien conmigo mismo, las cosas parecían estar bien. Era totalmente perfecto, me encantaba estar con ella. 

Uno de esos días, la invité a la playa realmente necesitaba y ansiaba preguntarle algo, algo que definiría mi vida entera. La llamé:

-Bueno? --Respondió con voz adormitada. 

-Despierta dormilona! Es sábado y nosotros iremos a la playa.

-A la playa? Sabes que no puedo nadar...

-Me tienes a mí.

-Jaja está bien, ahora me arreglo.

-Siempre te ves hermosa, no lo necesitas. Paso por ti en 30 minutos.

Fuimos a la playa y por casualidad no habían muchas personas, así que nos acomodamos y estuvimos sentados hablando toda la mañana. Al fin, decidí que era momento de hablar con ella sobre algo que venía atormentándome.

-Kanndy, quiero preguntarte algo... 

-Dime, qué pasa? 

-Quiero saber cómo están las cosas entre Ponsi y tu.

-Ponsi? Mark... Qué no es obvio? No somos novios, él y yo pues... ya no. 

-Sí, entiendo. Y no sientes algo por él? 

-No Mark, nada. Es algo que quería comentarte, la razón por la que él y yo terminamos, quieres escuchar? 

-Claro, dime. Yo te escucho. 

-Ponsi estuvo engañándome poco tiempo antes de que termináramos oficialmente. Rebbeca me lo dijo. 

-Wow, pensé que había sido por otra cosa, se acabó el amor, o algo así. 

-El amor nunca se acaba, si es de verdad. -Me dijo seria. 

-Lo sé, pero no lo odies.

-No lo odio.

-No dejes que el odio entre en tu corazón, tu corazón tan puro e inocente. 

-Gracias, sabes que aprecio tus palabras... Pero bueno, así que... ¿quieres salchichas?

-Sí, yo voy por ellas. --me cambió el tema, como siempre, pero ya me había acostumbrado a eso. 

Fui por las salchichas, comimos y luego nos metimos al agua, estuvo todo el tiempo cuidándola porque no sabía nadar, así que yo era el adulto responsable. Su cumpleaños se acercaba y aún no había pensando el su regalo... le gustarían los Ponnies?, preferiría una camiseta?, Dios!

Soy tan malo para los obsequios. Bueno, luego de ese día tan maravilloso regresamos a su casa, me invitó a pasar y vimos una película, aunque en realidad yo a veía a ella. Tan hermosa, joven, sonriente y seria al mismo tiempo. Esa chica tenía lo suyo. 

Cuando de repente tocaron el timbre, ella se paró y abrió.

-Olvidé mis llaves. --Dijo una voz fuerte y grave. Una voz de hombre. 

-Pasa papá. --le dijo un poco nerviosa. Invité a un amigo.

-Qué no es muy grande para ti? --le dijo a Kanndy, mientras me observaba. 

-Papá... Por favor...

-Buenas noches señor, mi nombre es Mark Foster, gusto en conocerlo. --Le di la mano. 

-Hola jovencito, perdón, digo joven, señor... o como sea. Estaré arriba. --Dijo mientras se volteaba. 

-Mucho gusto! -Alcancé en gritarle. 

Al finalizar, me despedí de Kanndy y le di un beso en la mejilla, aunque ya extrañaba besar sus carnosos y suaves labios. Me contuve y la abracé. 

-Te quiero mucho. --Me dijo con una voz tan tierna. 

-Yo te quiero más.

-Ten cuidado, no quiero que te pase nada, háblame cuando llegues a tu casa. Muchas gracias por todo. 

-De nada Kanndy, sabes que todo lo hago por ti. Te quiero demasiado. -Le acariciaba el cabello. 

-Qué haremos mañana? 

-Ya veremos... ahora descansa. 

Ponsi había quedado en el pasado. Ahora tenía una vida por delante con ella. Pero tenía que enamorarla, porque había algo que no me parecía bien. Había algo extraño con Kanndy, pero no podía pensar nada malo de ella... ella era tan dulce como para hacer maldades. 

_________________________________

Al cabo de tres semanas, llegó su cumpleaños. Le preparé de todo, pedí permiso a su padre para adornarle casi la casa entera, lo cual agradó al señor y sentí que ya me había ganado su confianza. 

Todo iba de maravilla, sentía que ella se enamoraba de día cada día más y para mi sorpresa estaba en lo correcto. Y justamente en la celebración de su cumpleaños, nos hicimos novios. Era la chica más tierna, amable, sonriente, atenta y todo lo dulce del mundo, simplemente... era la mejor novia del mundo. 


The TruthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora