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Despierto.

Despierto como todos los malditos días.

Me motivo a sacar mi cuerpo terriblemente cansado de mi cómoda cama que siempre me seduce y me atrapa entre sus brazos, intentando evitar que me vaya a un jodido día de clases.

Me ducho y preparo. Lleno mi rostro de maquillaje para tapar las bolsas debajo de mis ojos. Peino mi pelo de alguna manera elegante, pero nada sostificado, como todos los días. Algunos broches adornan mi pelo y anillos mis dedos. Mis uñas estimadas en 50 dólares los complementan. Añado mis tacones favoritos, que hacen juego perfecto con el detestable uniforme.

Abro la puerta de casa, aun sin meter una sola caloría en mi boca. Mi expresión cambia en el jodido instante en el que la zuela de mi zapato resuena en la loseta de la entrada de mi casa.

Mientras más camino al final del gran patio y me acerco al Benz de mi madre, mi sonrisa se vuelve cada vez más grande y falsa. Saludo al vecino, quien al igual que yo, está entrando a su auto vestido de traje, como todos los hombres de este barrio. El chofer me dedica un "Buenos días" para luego encender el auto y salir por la puerta automática.

○○○

El gran campus aparece delante de mis ojos. El infierno más glamuroso en el que puedas estar, y más de lo que cualquier ciudadano coreano promedio pueda ganar en un mes. Una puta guardería para adolescentes ricos con padres ausentes. Cualquiera que te diga que tiene la mejor relación del mundo con sus padres, te está mintiendo, y probablemente también le esté mintiendo a ellos.

Bajo del auto y el chofer arranca sin siquiera esperar a que me adentre al campus. Camino con seguridad y dedicándole una sonrisa a cualquiera que se me cruce en el camino. Me adentro a uno de los muchos edificios.

Tan solo un pie dentro y ya vi una escena bastante desagradable. El hijo de puta de Jeon Jungkook caminando con sus amigos en mi dirección.

Me detuve en seco al ver como había golpeado el hombro de un chico a propósito, dejando caer su celular sin discreción. Mantuve la compostura y mi cara sin expresión al ver la escena. El chico, claramente nuevo aquí, se disculpa con Jeon, viendo el celular roto en el piso. Jungkook me mira, para luego comenzar su teatro.

- Hijo de puta, ¿Qué crees que haces? 

- Lo siento, en serio. - El chico levanta el celular negro lleno de grietas.-

Procedí a caminar de nuevo, con intención de olvidar lo presenciado. Fracasé mi plan al ver la cara bonita del chico que al parecer era nuevo. En un principio no tenía intención de ayudarlo, pero, vamos, un poco de drama no hará daño, menos si esa cara bonita puede recompensarme más tarde.

- De que sirven tus estúpidas disculpas ahora- Miró a su amigo, o mejor dicho, a su perrito faldero con una sonrisa-  A alguien le tocará pagarlo, ¿No crees, Jimin? -Jimin solo asintió con una sonrisa ladeada-

Giré sobre las puntas de mis tacones, dando media vuelta.

- Todos sabemos que puedes comprarte cinco de esos si quieres, Jungkook, deja de hacer un escandalo por algo que fue tu maldita culpa. - Solté aun manteniendo la falsa sonrisa en mi rsotro-

-¡Wow! Miren quien es. Nuestra querida Choi Rissa con su complejo de salvadora - Soltó Jungkook mirándome de pies a cabeza - Él fue el culpable, él tiene que pagar.

- No puedo pagar eso... - Susurró el chico, tratando de que solo Jungkook escuchara- 

- Ah.. ¡Ya veo! Eres un pobre becadito. - Dijo en voz alta con intención de que todos escucharan -

- ¿Cuál es el problema? ¿El hecho de que tenga mas neuronas que tú te ofende? - Escupí todo mi veneno -

- El dinero mueve el mundo, Choi. De nada le sirve su estúpida inteligencia.

- Entonces ¿Haces todo este drama por un poco de dinero? Vaya Jeon, Caíste muy bajo. Toma tu puto dinero - Saqué unos cuantos billetes de mi bolso y se los aventé al rostro - Espero que con eso te calmes.

Volví a dar media vuelta con intención de marcharme a mi clase. Le hice una seña al chico de cara bonita para que me siguiera.

- ¡Choi Rissa!

Escuché el grito de Jeon desde la esquina del pasillo. Solo volteé mi cabeza y le hice la primera seña obscena que mi cerebro atrofiado por los vicios procesó.

 Cuando por fin sus gritos desaparecieron pude voltear a ver al chico nuevo.

- ¿Estas bien? - Pregunté de manera que mi voz pareciera extremadamente preocupada - Jeon puede ser un idiota a veces.

- Si, estoy bien... Gracias por eso.

- No te preocupes, en este instituto yo soy la encargada de poner en su lugar a Jungkook. - Solté una carcajada algo vacía -

El chico bonito me dedicó una sonrisa, que al contrario de las mías, esta parecía verdaderamente cálida.

- Eres nuevo aquí ¿Verdad?

- Si.. Soy uno de los alumnos becados de nuevo ingreso.

- Espero y te adaptes muy bien a esta escuela... - Leí sobre su pecho la pequeña placa con su nombre - Kim Taehyung. - Deslicé mi mano por su brazo tratando de llamar su atención y al alejarme. Me despedí con mi mano y sonriéndole un poco-

Todo lo que hago por un poco de atención... De Jeon?













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