Sabina
Tras el anuncio extraoficial realizado por el mismísimo André McConaughey en un espacio de la emisora musical La Clave, el cual no pretendía más que satisfacer la curiosidad de los fanáticos sobre ¿Quién sería la próxima P.Star lanzada al mercado?, el mundo musical se ha visto revolucionado.
Y es que si la simple presencia del exitoso productor musical disparó los índices de audiencia en solo segundos, está de más decir que el que lanzara la convocatoria a un evento nunca antes visto por los cazadores de talentos, hizo que las cifras de oyentes se triplicara alcanzando casillas millonarias.
A la expectativa nos encontramos todos de las declaraciones oficiales que brinde el sello discográfico. Pues el monstruo ya fue despertado, y las redes se encuentran saturadas de videos y mensajes con el hashtag de #LaNotaPerfecta, nombre con el que fue bautizado este movimiento. En palabras del propio.
Apago la pequeña televisión de la recámara. Todos los medios se han visto colapsados por el supuesto concurso que han lanzado en esa productora, y todos, cantantes o no se han mostrado mucho más que obsesionados con la idea. Para mi no es más que estrategia, pues de un día para el otro los artistas producidos por ellos se han coronado a la cabeza de ventas y reproducciones en todas las plataformas.
Probablemente ya se encuentren produciendo temas con su siguiente estrella, y esta competición, si es que llega a efectuarse, no será más que una pantalla para hacer creer a los músicos amateur que tienen una oportunidad real de entrar a la gran escena. Patrañas.
Frente al espejo recojo mi cabello con la típica banda que suelo llevar todo el tiempo, y comienzo a guardar en mi bolso las cosas que creo voy a necesitar en mi primer día de universidad.
-¡Sabina apresúrate o llegarás tarde!- grita mamá desde el pasillo mientras toca mi puerta de pasada.
-¡Ya bajo mamá!- respondo en otro chillido, pues nuestra casa familiar es tan pequeña y acogedora que si alzas un poco la voz puedes comunicarte fácilmente con los demás.
Yendo contrarreloj ya, me digo que esto es lo mejor que puedo hacer por mi aspecto, pero la verdad es que ni aunque hubiese despertado con dos horas de ventaja, me vería diferente. Esta soy yo Sabina Elisse Connor, desde que tengo uso de razón. Una chica común y corriente, una maraña de cabellos morenos, y la dueña de los 19 años de vida más simples y aburridos de todo Boston.
-Hola mamá- le digo mientras la adelanto en la escalera y dejo caer en la cesta de ropa sucia que lleva en manos, la chaqueta que pensaba usar el día de hoy, y que al parecer había ensuciado de Kétchup.
-Sabina no puedes ir dejando las cosas por todas partes hija. Eres una señorita. ¿Qué harás cuando te cases?-me regaña mientras recoge de la parte trasera del sofá, mis botas militares negras, las cuales había perdido hace aproximadamente un mes.
-¿Qué dices de casamiento mujer? Bina es una niña.- dice papá quien viene saliendo del comedor, haciéndome pensar que real la teoría de que con solo mencionar la palabra noviazgo o matrimonio enlazadas a mi nombre y mi padre se materializará frente a ti para decirte que aún soy una bebé.
-Tiene 19 años ya Conrad, en algun momento se casará y terminará mudándose-le pica mi madre.
-No hay prisa con eso. Ella perfectamente puede vivir con nosotros hasta que tenga, no sé, 36. ¿Verdad Bina?
-Yo no lo hubiera dicho mejor capitán- digo para complacerle haciendo un saludo militar con mis dedos a lo que él responde despeinando mi cabello. Bueno. Flequillo dentro de la cola de caballo, descartado.
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La Nota Perfecta
Teen FictionPlatinium Discography busca la nueva estrella del momento, el nuevo hit que enloquezca a las multitudes. Pero esta vez no lo hará de forma ordinaria sino que lanzará la convocatoria para el concurso de música más grande visto en la industria hasta e...