Parte 3- "¿Sorpresa?"

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Sabina.

-¿Cree usted que se esforzó suficiente con este ensayo señorita Connor?-pregunta el anciano mirándome por encima de sus lentes.

-Emm... ¿Si?- respondo dudosa.

Creo que una semana entera metida en el computador intentando llegar al excesivo límite de palabras que nos puso es esfuerzo suficiente.

-¿Me lo dice o me lo pregunta?

-Le digo, señor.

Me hace un gesto para que me retire de su escritorio y pase a tomar un lugar en el enorme auditorio destinado a mi clase preferida, en la que soy la alumna favorita-Nótese el sarcasmo- Economía Avanzada.
La fila para entregar los ensayos pasa completamente por el lugar del profesor y este se pone de pie dejando todos nuestros trabajos dentro de su carpeta para dar comienzo a la clase.

El profesor enciende el reflector que muestra la primer diapositiva y las voces se detiene.

Objetivos de la economía.

Empezamos bien. Los siguiente cuarenta minutos-mentales-porque en realidad a penas llevamos 15 pasan de objetivo en objetivo, de debate en debate mientras yo lucho por no quedarme dormida en mi lugar.

Siento mi teléfono vibrar dentro del bolso y lo tomo observando un gran número de notificaciones en Twitter e Instagram como cosa rara porque no tengo ni cien seguidores. Sin darme tiempo a guardar el teléfono este vibra una vez en mis manos, esta vez a causa de un mensaje de texto.

"Sabina Elisse Connor:

¡Felicidades!.

Gracias a la calidad de la maqueta enviada ha sido seleccionada por nuestro equipo como parte del grupo de jóvenes que tendrá la oportunidad de presentarse a las audiciones presenciales del nuevo concurso de Platinium Discography.

Esperamos su confirmación en un período no superior a las 24 horas luego de recibir este mensaje.

Atte. Carolina Stuart Agente de Relaciones Públicas

P.Discography"

¡Oh Dios Mio!

Tiene que ser un error, eso debe ser. Yo no he enviado ninguna maqueta, ni siquiera sabía bien de que iba ese concurso, pensaba que era un timo.

Intento tranquilizarme, recordar. Pero no ayuda que una sombra se cierna sobre mi y extienda mi mano pidiendo algo.

Todo el salón se encuentra observándome y me encojo en el asiento muerta de la vergüenza. Pero otra vez mi profesor no piensa dejar escapar a su alumna perfecta.

-¿Es conciente de dónde se encuentra Connor? ¿O es que se ha propuesto, además de ser mi peor estudiante, ver cuantas clases puede arruinar para sus compañeros?- me dice.

-Lo siento mucho señor Johnson, no volverá a ocurrir.-susurro, pero él no piensa dejarme escapar así como así.

-Creo que eso ya lo escuché de usted. Que le parece Connor, si ya que al parecer su teléfono la abstrajo tanto, compartir con nosotros el motivo de su alegría.-extiende la mano en mi dirección.

-No creo que sea necesario.-digo y todos se echan a reír menos el señor frente a mi a quien se le tiñen las orejas de rojo y respira como intentando no matarme.

La Nota PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora