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Dipper respiraba con dificultad intentando regular su respiración mientras sentía suaves mordidas y besos húmedos en su cuello y unas grandes manos en su cintura que le movían en un vaivén lento sobre la pelvis del rubio quien ya tenia su miembro erecto listo para la acción, Bill estaba disfrutando mucho ese momento la piel del niño era suave y las marcas oscuras que le hacia contrastaban perfectamente con su pile lechosa, piel que olía a chocolate y cacao, simplemente excitante, siempre había preferido a los chicos tímidos y tiernos pero este castaño era perfecto, tierno y sumiso con un cuerpo de infarto y ese lindo piercing en su ombligo solo lo hacia desear mas, tomo las manos del castaño (que habían permanecido en sus hombros) y las llevo a su pantalón

-Por que no me ayudas un poco con mi problema- dijo viéndolo con lujuria, Dipper con sus manos temblorosas comenzó a desabrochar los botones del overol encontrándose con una piel morena llena de tatuajes y un abdomen muy bien definido sin ser consiente tocaba todo el pecho del rubio disfrutando de la dureza de este -Te gusta lo que vez pino- el castaño se sonrojo por lo dicho pero no iba a negarlo el hombre era bastante atractivo, siguió con su tarea de desnudar al hombre llegando por fin a los botones que estaban sobre la parte baja de su cuerpo descubriendo un bóxer negro que tapaba un gran paquete que hizo que tragara saliva, acción que no paso desapercibida por Bill -Pequeño no sabes lo excitado que estoy en este momento-

-Lo siento, estoy nervioso-

-Con cuantos hombres has estado exactamente?-

-So-solo uno, era un psicólogo al que me envió mi padre- 

-Valla típico padre que no acepta la forma de ser de su hijo- dijo para tomar a chico de la cintura y sentarlo sobre el escritorio con las piernas abiertas bajando el pequeño short que llevaba, no quería que el niño anduviera con ropa sucia y manchada con fluidos -Bien te enseñare como hacerlo y a la siguiente lo harás tu- 

-Siguiente?, como sabes que habrá siguiente-

-Oh créeme que la habrá- dijo para subir la camisa del menor y morder sus pezones escuchando los jadeos que el menor brindaba pasando su lengua por su pecho hasta su ombligo donde se detuvo a jugar con el siguiendo mas abajo disfrutando de la vista, tomo el pene del niño y comenzó a masajearlo empujando con su lengua la punta de este escuchando como el menor maldecía a medias por no poder decir palabras coherentes, lo introdujo en su boca y comenzó la felación procurando que el menor disfrutara a fondo lo que le hacia, acaricio sus testículos y se trago todo el miembro de una sintiendo como el menor apretaba su cabeza entre sus muslos mientras terminaba en su boca 

-Lo-lo siento yo-yo no quería- intento disculparse por haber terminado en la boca del mayor luego de haber recuperado el aliento luego de ese delicioso orgasmo que este le había brindado

-Oh descuida pino esto solo empieza- 

CorderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora