Cordero

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Dipper despertó de golpe sentándose en la cama al no ver a Bill con el pero el dolor punzante en la cadera le hizo soltar un pequeño grito, Pironica que pasaba por ahí noto al chico y se acerco a el ayudándole a pararse, el castaño al verla le recordó el pequeño chip que estaba en su interior y su corazón se detuvo algo le decía que ese aparato era lo que había matado a todos los demas reos que escaparon

-Señorita Pironica estaría dispuesta a que yo tocara su cuerpo a cambia de asegurar que salga viva de aquí- Claro que Dipper se refería a que le diera permiso de tocar su cuerpo para quitar el chip

-No toco los juguetes de Bill- dijo de forma clara, a ella no le parecía nada nuevo el comportamiento del rubio hacia el chico, se conocían desde niños y los gustos del rubio los tenia mas que claros, Dipper se sintió mal al saber que solo era considerado el juguete del rubio pero poco sabia que el rubio había quedado prendado a el no solo por su cuerpo si no por su maldita inteligencia, para Bill el castaño era único y quería quedárselo, volviendo a la celda de la familia Pains el rubio esperaba una respuesta del señor Pains

-No puedo entregártelo, a pesar de que no lo acepte como es, me tiene orgulloso, es una mente sin igual incluso Ford quien es el orgullo de la familia Pains desde su adolescencia alaba su inteligencia-

-Oh, ya veo lo que pasa, detesta que a su hijo le gusten los hombres pero le encanta los halagos y felicitaciones que recibe de parte de los demas por tener un hijo tan brillante, le encanta el renombre que gana por que nuevamente nació un prodigio en los Pains-

-Cállate- grito Mabel sabia que todo lo que decía era cierto ella solo era la gemela tonta que se había retrasado dos años y que de no ser por su hermano seguiría repitiendo -Quédatelo si quieres a nadie le importa un marica que solo puede abrir la piernas para que le den por el culo- Bill soltó una carcajada y saco la llave para abrir la celda y luego se fue hacia donde estaba el castaño encontrándolo con Pironica, pero noto al chico un tanto desanimado

-Que pasa mi hermoso cordero- le dijo tomando su rostro en sus mano

-Soy un juguete para ti?-

-Claro que no, quien te ha dicho tal estupidez, eres el chico mas inteligente y hermosos que conozco, me interesas, me gustas y tal vez te quiero, aunque no voy a negar que me gusta jugar con tigo, podemos volver a jugar si quieres-

-No hay que ir a ver como están los demas, deben asearse para que su cuerpo no atraiga infecciones y...- Bill lo cayo con un beso, le encantaba el chico y quería que su atención solo fuera para el, si el señor Pains no se lo daba bueno un cadáver mas no haría la diferencia