•CAPITULO 5•

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Song: Justin Timberlake Mirrors☆

Abrázala,
Aún le lloran las grietas, aún sangra el recuerdo y ella no quiere decirlo; pero aún duele.

__ BRENDA PARAPLUIE.

La tensión en la sala era palpable

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La tensión en la sala era palpable.
Todos nos miraban con miedo cuando Vitali mostró la cabeza desfigurada del hijo de puta que nos traicionó.

Me cuesta creer que alguien de nuestro círculo pudiera arriesgar la seguridad de Dalete, y sin embargo, ahí estaba la evidencia.

Este capullo le había dado la ubicación del club en donde estábamos, pero al menos no reveló la ubicación de la mansión, así que estábamos a salvo... por ahora.

Aun así, decidimos reforzar la seguridad.

—¡Esto es lo que pasa cuando nos traicionan! —exclamó Vitali, su voz resonando con furia.

—¡Si alguien vuelve a traicionarnos, terminará peor que este hijo de puta! —gritó Leo—. ¡Ahora todos vuelvan a sus puestos!

Los hombres comenzaron a dispersarse, y una vez que todos se fueron, nos dirigimos hacia nuestro despacho.

Necesitaba mantener todo bajo control, así que llamamos a Ethan para dar algunas órdenes más.

—Quiero que esa casa esté bien protegida —pidió Leo con determinación.

—Lo estará, señor, no se preocupe —respondió Ethan, asintiendo con firmeza.

—Asegúrate de que nadie sepa la ubicación de esa casa —añadí, mirando la hora: 07:47 a.m. La presión no cesaba.

—Y que todo esté listo para la semana que viene —habló Vitali. Ethan volvió a asentir.

—Eso es todo, ya puedes retirarte —concluyó Leo.

—Pedro llega en la madrugada con los López —informó Leo cuando Ethan salió del despacho.

—Perfecto —dijo Vitali, una sonrisa malévola asomándose en su rostro—. Dile que los lleve a la cabaña. No es seguro torturarlos en el sótano; Dalete podría oírlos.

—Sí, yo me encargo de avisarle —respondió Vitali, sacando el teléfono.

—Alex, Stela y Maira vendrán. No escondas a Dalete de ellas —dijo Leo, con un tono que me hizo dudar.

—Está bien... —respondí pensativo—. Iré a la cocina.

Las chicas van a matarme, literalmente.

Dejé a Leo y Vitali en el despacho y me dirigí a la cocina, donde encontré a Nana.

Le pedí que preparara el desayuno para llevarlo a mi habitación. Mientras esperaba, revisé mi celular y vi varios mensajes de Brithany.

#1- Aún no es nuestro momento                              (BORRADOR-COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora