The Queen Emma

Prólogo

Prólogo

El llanto de un bebé irrumpió en el silencio del castillo, se escucharon sonidos de alivio por todo el castillo.

La princesa había nacido después de horas de suspense y de incertidumbre. Había habido complicaciones en el parto, la reina Diana acunaba a su pequeña contra su pecho intentando calmar el llanto ensordecedor de la niña. Cosa que en realidad no importaba, lo único que querían era que estuviera sana y salva.

El rey Maximilian por fin pudo entrar a la alcoba y ver a su esposa con su hija en brazos.

Una sonrisa se extendía por su rostro al notar que ambas estaban bien. Se acercó lentamente con cuidado de no alterarlas, ambas estaban en silencio. Diana miraba la carita de su ángel y ella descansaba en los brazos de su madre.

Maximilian llegó al lado de la reina y con los ojos encharcados por las lágrimas la besó en la cabeza, luego se agachó hasta la princesa y acarició suavemente su cabeza con su nariz, hasta poner sus labios suavemente en su coronilla.

Miro a su esposa y luego a su hija notando lo mucho que había deseado esto, y se sintió feliz y completo allí con su amada y el fruto de su pasión.

El castillo estaba de celebración, la princesa heredera al trono había nacido, se celebraría una gran fiesta en su honor en la que vendría una bruja a bendecirla, allí en Nasera era una tradición bien vista que una bruja bendijera a los recién nacidos.

La luna había salido y todos esperaban la llegada de esta, cuando apareció, dejó a todos sorprendidos con su belleza, emanaba poder.

La niña dormía plácidamente en los brazos de su padre cuando la bruja se acercó, sin necesidad de indicaciones, ella ya sabía quien era, la había visto a ella en un futuro, quizás no tan lejano.

Estando en frente de la niña paso sus dedos por el rostro de la bebe acariciando los mofletes regordetes de esta, pronunciando unas palabras extrañas que ningún presente entendía pero que tampoco provocaban temor en ellos. La niña había sido bendecida por la bruja de la belleza aunque no era el único don que le había otorgado.