Cortando nuestro rojo hilo

Nada mas que la realidad

Erick deambulo por la cocina, sin hacer nada en realidad. Lo mire sin discimulo, cosa que el no noto. Sacó una votella de vino y la regreso de idmediato para reemplazarla por un nectar de frutilla, dispuso dos copas y caminó hacia mi con una sonriza llena de lagrimas. Se sentó a mi lado.

-ten, veve un poco

recibí el liquido y tome un par de sorvitos sin ganas

-amanda, yo debia protegerte, no pienses que te voy a dejar. Juro que te voy a cuidar...

-erick, esto no es culpa tuya, ni mia, no planeamos esto

Las lagrimas llenaron mis ojos y los suyos, me arrulló en su pecho y beso entre lagrimas mi cabeza, nos recostamos en el sofá y nos besamos con una ternura que jamaz habiamos experimentado. Permanecimos en silencio por mas de una hora. De pronto senti que mi cabeza giraba

-erick...

Y regresé lo que habia vevido. Dolorosamente me incorporé con el estomago revuelto.

-tranquila, no te preocupes -me levantó con fasilidad.

Me transportó escaleras arriba, me dejo en la cama y lo sentí llenar la bañera. Me quité la ropa y me mantuve acurrucada con los ojos cerrados para no marearme mas. Me acaricio la mejilla y sin decir nada me ayudó a caminar hasta el baño. Noté que había quitado el espejo. De seguro tendria un aspecto terrible. Me recosté en la bañera y permití que él me labara el cabello y masajeara la espalda. Luego de una hora ya tenia el cabello seco y estaba lista para dormir. Él se desnudó para quedar igual que yo.

-si te sientes mal o no puedes dormir solo despiertame.

Entonces me estrechó en sus brazos, me besó los labios y luego inesperadamente bajó hasta mi vientre, posó una mano en mi vientre y la otra en la curba de mi espalda baja para luego besar mi ombligo. Senti la tibia humedad de una lagrima. Abri mis ojos y lo atrage hacia mis pata besarlo mas intensamente, senti su resistencia.

-no quiero hacerte daño -vi la suplica y el terror en sus ojos

-vamos con calma, si eiento que algo no esta bien te lo haré saber.

Con inseguridad besó mis pechos, alerta, me estremecí cuando senti su pene erecto. Temi sentir algo mal,, auncuando era evidente que ya habiamos tenido sexo yo estando embarazada, solo que no lo sabia. Se hizo espacio entre ms piernas, me practicó sexo oral, por casi media hora, su lengua me recorrió y us labios se posaron sobre mis sexo, siempre con calma. Con la misma calma subió y me penetro, centimetro a centimetro, segundo por seegundo, lento, senti que tardó una efernjdad en teminar de peetrarme por completo. Se quedó inmovil, espectante, cauteloso, esperaba la respuesta a la pregunta que su cuerpo acababa de formular. Como respuesta le tome por la cintura y giré hasta quedar sobre él y así tomé las riendas del momento. Movi mii cuerppo al ritmo en que me senti segura. Solo cuando erick notó que todo andava bien comenzó la verdadera dibercion, nuevas pociciones, maas placer.

Fue una buena noche