Jefe Encubierto | Luzuplay [Pausada]

Capítulo 14

Fargan dirigió sus pasos al interior del hospital acompañado de los otros empresarios que estaban cubiertos por mantas, ese castaño pensó en todo antes de salir de su hogar llevando consigo mantas, comida incluso la copia de sus llaves, ya que, su casa era la más cercana a ese lugar.

Lo primero que observó al adentrarse de nuevo fue a Lolito acompañado de otros tres chicos conversando amenamente con un timbre de voz bajo, su impresión fue ver la cercanía con el gerente del área computacional.

—Hey, Lolo—Rompio ese momento, Fargan sacando de su mochila algunas mantas—Traje esto porque pensé que tendrían frío—Murmuro.

La expresión de Lolito era épica, jamás había dejado caer su quijada tan bajo ante ese acto demasiado amable del amante de los búhos, el pelinaranja observó desde el rabillo de sus ojos a ese empresario entregarle a Luzu y Rubius mantas largas para que se cubrieran.

Incluso, sintió la mirada de Auron y Vegetta a lo lejos de ellos bufando.

—¿Desde cuando tan atento idiota?—Escupio Lolo arropando al chico de lentes a su lado.

—No se de que me hablas.

—Se lo que tratas de hacer.

—Piensa lo que quieras, rata. Prepare también algunos emparedados, no sé de qué les gustaba y los hice todos de queso—Ofrecio el chico.

El pelinaranja otra vez comenzó a dudar de esa actitud tan caritativa de su amigo, le pareció sumamente curioso que pasó de ser una perra a ser una persona hostil con buenas intenciones, sin embargo, acepto la comida porque estaba muriendo de hambre.

Analizo el paquete que traía entre sus manos percatándose que cada emparedado tenía un componente distinto, como si en serio conociera a quien se lo daba, iba a comentar algo más hasta que Fargan finalmente se marchó por el pasillo dejando nuevamente a todos solos.

—Samuel, ¿Qodrías explicarme qué coño acaba de suceder?

Samuel sonrió pegándole un mordisco a su emparedado escuchando las quejas de Luzu que iba a romper su dieta.

—El amor cambia a las personas, Lolo.

🦋🌩️🦋🌩️🦋

En esos pasillo brillantes, Fargan inspeccionaba cada una de las puertas buscando la indicada entonando una leve melodía en sus labios a la par del baile en sus pies.

Estaba sumamente contento de estar en esas paredes a su alrededor, era un ambiente cálido y reconfortante, no quería parecer un desgraciado mostrando una cara de alegría porque ahí habían personas en tratamientos que podían ser mortales.

Pero, intentaría mantenerse al margen.

Inconcientemente, las yemas de sus dedos rozaron el pedestal de una puerta impactandose que su subconsciente consiguiera esa puerta inalámbrica que marcará en negro "11-B", ahí era su destino.

Sacó la tarjeta inalámbrica que le quitó a Willy antes de irse permitiéndose escuchar un chirrido entre sus oídos dándole a conocer que estaba abierta aquella puerta dejando admirar, a dos chicos recostados en una camilla observando el celular de uno de ellos.

Alex estaba acostado mirando a Willy sentado en la orilla que revisaba su Twitter en búsqueda de algún meme para distraerse.

—Hola—Saludo el empresario captando la atención de ambos chicos de seguridad que le sonrieron.

Fargan analizó eso como una bienvenida acercándose a un lado de la camilla sentándose en ese sofá doble frente a la camilla.

—Tardaste mucho, imbecil. ¿No que era una ida rápida?—Pregunto Willy sin despegar su vista del celular.