Always | Ross Lynch [En edición]

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¡Hola!
Después de mil años decidí resubir ésta novela. Me disculpo si les resulta muy cliché pero la escribí hace unos tres años aproximadamente y por aburrimiento, cuando mi mente sólo proyectaba unicornios y arcoíris ahre sí.
Espero que a pesar de todo les guste, gracias por votar jeje.

ROSS

Y aquí me encuentro yo, una vez más con el corazón partido en mil pedazos. Aún sigo sin poder creerlo. No entiendo cómo fue capaz de dañarme así. Confié en ella, le di todo ¿y así es como me lo recompensa? La verdad ya no sé qué pensar, lo más increíble de todo esto es que en serio creyó que jamás lo sabría y pues, se equivocó. 

Mi familia siempre me repetía que ella no era buena para mí, pero como de costumbre no les hice caso y así es como acabé; lastimado, engañado, sintiéndome un completo idiota por caer en las mismas redes.

—Ross, ¿Puedo pasar? —Mi hermana mayor; Rydel, asomó la cabeza por la puerta de mi habitación. En su rostro podía notar la tristeza que sentía, por mí supongo. 

La verdad no puedo creer que todos mis hermanos hayan podido encontrar el amor verdadero y yo no, aunque obviamente estoy muy feliz por ellos, pero no entiendo por qué yo aún no lo consigo? ¿Dónde estará esa persona especial que tanto se demora en llegar? Creo que después de ésto, no me queda otra opción que renunciar al amor y vivir solo por el resto de mi vida.

No quisiera repetir la misma historia doscientas mil veces más.

—¿Qué ocurre Rydel? —Dejé mi celular a un lado y me senté en la cama.

—Nada, quería que hablemos —Se sentó en la orilla sin quitar la mirada sobre mí—. Con mamá estuvimos hablando sobre lo que ocurrió contigo y... —Le agradecí mentalmente que no haya pronunciado su nombre, con tan sólo escucharlo se me eriza la piel y mi mandíbula se tensa, por la furia y enojo que me causaba recordarla a ella y su estúpido nombre—. Y decidimos volver a Littleton —Abrí los ojos con sorpresa.

—¿En serio volveremos?

Rydel asintió.

—¿Y, qué te parece? —Preguntó con entusiasmo—. Con Ellington elegimos una casa para nosotros dos y los niños —Sonrió.

Y sí, Rydel es mamá de una niña de 5 años, Keyla, y un niño de 2 años, Adam.

—Me parece bien, ¿Cuándo nos vamos?

Estaba un poco emocionado por la situación, volvería a mi ciudad natal donde está el resto de mi familia y me alejaría de todos los problemas. Sin embargo, la sonrisa en mi cara todavía se negaba en aparecer.

—La próxima semana. Papá compró los boletos para todos —Sonrió leve—. Ahora sal de aquí, ¡Necesitas despejarte! Vamos, la cena está servida —Se puso de pié y abrazó mi mano con la suya.

Suspiré. ¿Qué haría yo sin una hermana como ella? que me cuida y aconseja, que está para mí en cada momento. Estoy feliz de tenerla, a ella y a mi madre, aunque todavía me faltaría algo.