Capítulo 5

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— Déjame ver si entendí ¿Me estas diciendo que todos estos días que estabas raro era porque te estabas besando con Kenyu y ayer lo dejaste plantado para estar con Eita para luego volver con la cola entre las patas para cagarla otra vez y recibir una bofetada de Yukki? —recapituló Shidou bebiendo de su malteada, arqueando una ceja.
— Si.
— Mira que soy tonto pero tu eres imbécil.—recalcó Shidou rascándose la nuca mientras reía.
— Ríete una vez más y te juro que me pondré a llorar.
— Dame un momento, le diré a Sae.
— ¡No le digas! —exclamó Tabito agarrando los hombros de su amigo.
— ¿Por que?
— Me matará, no sabes cuanto te ama ese chico, dijo que me haría pedazos si te hago sentir triste. —confesó Karasu viendo la expresión de Shidou totalmente horrorizado, estaba sonrojado a más no poder con los ojos abiertos como platos.
— Le importo... —murmuró Shidou con una sonrisa algo infantil antes de rodar en la cama— Le diré que lo amooooo~
— Deja de presumir que tienes pareja y escucha.
— ¿Que quieres?
— ¿Que hago con Yukkey? —preguntó algo derrotado pensando en como se podía disculparse otra vez con el de lentes.
— Si te gusta simplemente arreglatelas.
— ¿Que?

Shidou y Karasu se miraron por aproximadamente 5 minutos, en silencio, como si los dos intentaran descifrar que pasaba por la cabeza del contrario. Ahora Tabito no entendía lo que decía Shidou, ya le había dicho que le gustaba Eita ¿Por que ahora de repente decía que le gustaba Yukimiya? Era algo tonto de pensar cuando ya sabía quien le gustaba realmente.

— Que si te gusta simplemente arreglatelas. —repitió el chico ladeando su cabeza con algo de incomodidad.
— No me gusta Yukkey. —soltó sin pensarlo dos veces.
— ¿Ah no?
— No.
— Que raro... Porque si pensamos en lo que me estás diciendo... Todo apunta a que te empezó a gustar Yukimiya. —dijo Ryusei sentándose en la cama y encendiendo su teléfono— Piensas todo el tiempo en el, sientes que necesitas su aprobación, te llega a importar más el que Eita... Todo apunta a que te gusta pero solo quieres pensar que te sigue gustar Eita.
— Es algo normal preocuparse por un amigo que sabes que la está pasando mal, eso no significa que sienta algo por el, además que solo pensaba en Eita cuando le besaba así que... —murmuró algo avergonzado.
— Entonces besa a Eita, si te gusta sentirás mariposas en el estomago, si no... Es que definitivamente te gusta Yukki. —retó Shidou antes de sonreír— Voy a pedirle una cita a Sae~
— ¿Como sabré si no siento nada en el hipotético caso de que no me gusta Eita?
— Yo no te gusto ¿Verdad?
— No.
— Bésame y veamos si sientes algo. —sugirió Shidou bajando el teléfono.
— Sae me matará con solo enterarse que te puse una mano encima.
— Sae es tan lindo~
— Para.

• • •

— ¿Ya es recreo? —murmuró Eita Otoya restregando sus ojos.
— Así es, vamos a comer.
— ¿Sigues aquí? Que extraño...
— ¿Por que?
— Últimamente cada que despierto te vas de la nada diciendo que estarás con Yukki ¿Pasó algo para que no fueras ahora mismo? —preguntó Eita arreglando su cabello mientras Karasu se preguntaba como responderle sin alarmarlo.
— Quiero estar contigo hoy, últimamente no estamos juntos ¿No crees? —dijo Karasu con un tono de voz neutral estirándose y levantándose de su pupitre— ¿Salimos?
— No, quedémonos aquí un rato, veo algo raro en ti. —dijo Otoya haciendo que volviera a sentarse.

Mientras esperaban que todo el mundo se fuera para poder hablar a solas, solían hacer eso de vez en cuando, no era una sorpresa para los demás, lo que si era una sorpresa era lo extrañamente tranquilo que estaba Karasu al estar a solas con Otoya, sin necesidad de hacer nada, solo pensando en como resolver el problema en el que se metió, como disculparse con Yukimiya, o en el hipotético caso de que Otoya no le gustara, como hablar con Yukimiya nuevamente. Pensamientos que antes solo ocupaba Eita, ahora los ocupaba Kenyu... Estaba tan preocupado por el.

Entre Dos HilosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora